Muchas gracias por su opinión hernan, estoy de acuerdo con usted en todo lo referente al joven príncipe, se hubiese requerido una princesa compasiva, con gran tacto y centrada que comprendiese las carencias afectivas del chico, también estoy de acuerdo en la princesa Amalia de Bavaria una joven no solo bella sino compasiva y dulce, quisiera recordando que este es un espacio para la fantasía proponer algunas candidatas más.
María o Tatiana Romanof: Ambas me parecen las más bellas del OTMA, desde siempre me han parecido en muchos aspectos las candidatas ideales para un matrimonio, bellas, dulces, genuinamente ingenuas etc., es más desde que leí el libreo ¿y si? Me imagine a una de estas dos chicas como esposa de Napoleón II, indudablemente jóvenes tan dulces, y tan sinceramente compasivas pudieron haber hecho feliz al príncipe, sin embargo estoy de acurdo con usted, él era una persona con algunas carencias afectivas delicadas en la infancia, quizás inclusive algunos traumas y no sé hasta qué punto unas niñas tan ingenuas, apartadas intencionalmente del dolor (se muy bien lo de Alexis, pero antes de la guerra la salud del chico, muy delicada, era todavía sostenible) podrían haber conectado con el príncipe.
Luisa de Badén la esposa de Alejandro I: ¿Lo imaginan?, quizás esta unión hubiese merecido mejor el titulo de la boda de “Dionisio y Afrodita”, ambos auténticamente bellos, jóvenes, románticos, ingenuos, Luisa era una niña impresionable y muy sensible, es casi una seguridad que se hubiese enamorado locamente del chico, solitario, romántico y melancólico, y también es casi una seguridad que él también hubiese enloquecido por la belleza exterior-interior de un ángel como Luisa, sin embargo quizás como ambos eran románticos, muy románticos, jamás habrían podido madurar, se hubiesen mantenido encerrados en una nube de romance eterno que quizás no hubiese sido del todo positiva para alguien como él, sin embargo esa me parece la opción más imaginaria perfecta para él.
Ella, de Hesse: La joven me parece la candidata ideal internamente hablando, aunada a su belleza física exterior, había un carácter, dulce, genuinamente comprensivo y no ajena al dolor de perder a la madre y a un hermanito, quizás es la chica que pudo tener una conexión más rápida con Napoleón II, virtualmente huérfano en Viana, solitario y necesitado de una figura no solo de esposa sino quizás también de madre, Ella cumple perfectamente ese perfil aunado al hecho de que ella sabia brillar en sociedad y si el chico hubiese estado en Paris, habría requerido de una consorte que supiera brillar en la rutilante sociedad parisina.
Partiendo del hecho de que para mí “los polos opuestos se atraen” es mentira, la boda perfecta del chico hubiese sido Luisa de Badén, prácticamente era idéntica a él, vean dos retratos de ambos en la adolescencia y pasan fácilmente por hermanos, y el parecido no solo era exterior, interiormente ambos eran casi iguales, románticos, sensibles, etc., eso sí, Ella tenía algo más, una autentica madurez, un carácter dulce, pero al mismo tiempo y no se hasta que punto tuviera eso Luisa, un carácter comprensivo, una chica que pasa por esposa romántica pero también por la madre que el chico nunca tuvo