Para empezar...¡bienvenido!

Espero que alguien por aquí tenga amplios conocimientos sobre la princesa en cuestión y los comparta con nosotros. Si te digo la verdad, de las cuatro hijas de los reyes Fernando e Isabel -Isabel, Juana, María y Catalina- la segunda y la cuarta han eclipsado completamente a las otras dos. Quien más quien menos, todos podemos explayarnos durante horas si se tratan las figuras de Juana o de Catalina, pero olvidamos a las otras. E incluso entre Isabel y María, me da la impresión de que nos acordamos más de Isabel, por aquello de que fué la primogénita, esposa sucesiva de dos reyes portugueses y madre del niño que, de haber sobrevivido, hubiese lucido las tres coronas ibéricas.
Una imagen representando la boda de Manuel, viudo de Isabel, casándose con María:

Lo que yo sé acerca de María se despacha rápido. Esa niña nació en Córdoba, durante una de las campañas sureñas de sus aguerridos padres, si no recuerdo mal. Isabel, la primogénita, y Juana, la segundogénita, habían nacido en tierras de Castilla, pero María nació en Córdoba. Desde pequeñita, fue consciente, al igual que el resto de las chicas, del peculiar empeño de sus padres por engrandecer sus dominos y homogeneizar en términos religiosos su población, con una creciente presión sobre judíos y moriscos. Eso tuvo que marcarlas mucho en edad adulta, en especial a Isabel y María. Isabel exigió, para casarse con Manuel I, que él "limpiase" Portugal de herejes y judíos. A Manuel I le espantaba esa idea...era un hombre de naturaleza muy tolerante, conciliador, que más bien había tratado de mantener la saludable convivencia entre sus súbditos de distintas creencias. No le gustaba ni pizca "importar" el estilo que estaba en voga en la corte de Castilla. Pero Isabel fue muy muy tozuda en ese punto. Me da la impresión de que María, que con los años reemplazaría a la ya difunta Isabel en el puesto de esposa de Manuel, era parecida a su hermana en ese aspecto...de una religiosidad un tanto fanática.
María recibió una educación muy esmerada, al igual que sus hermanas. En eso, la reina Isabel no escatimó en absoluto: quería que sus hijas fuesen princesas esclarecidas, con una cultura amplia y consolidada. Se llegó a llamar a notables eruditos italianos, expertos en el manejo del latín y los autores clásicos, como los famosos hermanos Geraldino. Ellos se ocuparon de que las hijas de la reina tuviesen una base cultural excepcionalmente buena para la época. Por otro lado , la reina Isabel enseñó a sus hijas a ser buenas señoras de su casa...sabían hilar, tejer, coser, bordar y examinar rápidamente las cuentas domésticas, por ejemplo. Había tareas que según la madre una buena princesa o reina consorte no delegaría en otras mujeres fácilmente. Por ejemplo, bordar con emblemas heráldicos las camisas interiores de los maridos, jejeje.
Creo que María en Portugal llevó una vida apacible mientras paría hijos e hijas en un constante alarde de fertilidad. Pero intentaré buscar información al respecto
