A ver cómo os resumo los antecedentes sin provocaros un terrible revuelto de espárragos trigueros mental y, por supuesto, sin mataros de aburrimiento. La monarquía siamesa tiene sus bemoles...igual que todas

El fundador de la dinastía de los Chakri fue
Phra Bat Somdet Phra Poramintharamaha Chakri Borommanat Phra Buddha Yodfa Chulaloke. Para que no os dé un tabardillo, podéis llamarle simplemente Rama I, pues en Rama I se convirtió al ascender al trono en 1782. Previamente, había servido durante décadas al rey Taksin de Thonburi, una amplia zona de lo que luego sería Siam y actualmente Thailandia. Taksin de Thonburi tuvo que plantar cara a la ocupación de los birmanos, que eran quienes controlaban esa parte de Asia desde que habían destruído el reino de Ayutthaya.
Todo este chorreo de nombres es demasiado exótico y mareante, lo sé. Pero quedaos con la idea fundamental: los birmanos dominaban lo que había sido el gran reino thai de Ayutthaya, pero había pequeñas áreas que escapaban a su control, como Thonburi, dónde el rey Taksin les hacía la guerra apoyándose en una serie de brillantes generales de orígenes nobles. Entre esos generales, estaba Buddha Yodfa Chulaloke. Resumiendo muchísimo, ocurrió que, en 1782, una rebelión acabó con el rey Taksin de Thonburi e hizo de Buddha Yodfa Chulaloke el rey Rama I de Siam. Había iniciado su andadura la dinastía de los Chakri.
Vale: estamos en Rama I, el primero de los Ramas. Tenía una esposa principal, claro. El nombre original de esa esposa era Nak. Nak procedía de una estirpe bastante relevante en la provincia de Samut Songkhram, el corazón de Thailandia. Su vida conyugal con Rama I (le llamaré así siempre, aludiendo a la época previa y posterior al ascenso al trono, para evitaros dolores de cabeza innecesarios...) no resultó ninguna balsa de aceite. Nak, que le proporcionó a su esposo tres hijos y siete hijas, se sintió profundamente humillada y dolida en el tiempo en que Rama I (que para ser estrictos todavía no era Rama I, sino un general del rey Taksin) tomó en calidad de concubina a la princesa vietnamita Kamwaen. La pasión de Rama hacia Kamwaen debió ser tan intensa, que Nak no pudo evitar que los celos prendiesen en ella; en cierta ocasión, la esposa principal se rebajó a golpear con una vara de madera a la concubina, en un episodio bastante violento que le tocó las narices al hombre que ambas compartían. Resultado: Rama se separó de Nak, al menos de hecho. Nak- vivía aparte, relacionándose principalmente con sus hijas; su marido nunca le confirió el título de reina.
El caso es que, no obstante, a Rama I le sucedió uno de los hijos varones nacidos de su matrimonio con Nak, Isarasundhorn, que sí hizo reina madre a Nak...en adelante, mencionada por el nombre de reina Amarindra. Isarasundhorn (nombre completo:
Phra Bat Somdet Phra Poramenthramaha Isarasundhorn Phra Buddha Loetla Nabhalai) sería Rama II, con un reinado que se extendió desde septiembre de 1809 hasta julio de 1824.
Rama II también tenía esposa principal...y concubinas. La esposa principal era su prima hermana, la princesa Bunreod; tenía por madre a una hermana de Rama I, la princesa Sri Sudarak, quien se había casado con un chino. Bunreod, por tanto, había crecido en palacio, tutelada por la favorita de Rama I, la vietnamita Kamwaen, pero relacionándose con todas sus primas, incluyendo las hijas de Nak, reina Amarindra. En fín: las familias tan extensas siempre son un completo enredo. Quedaos con que Rama II se casó con su prima la princesa Bunreod...e hizo de ella la reina Sri Suriyendra. La posición de Suriyendra no fue fácil, igual que no lo había sido la de su suegra Nak-Amarindra. A ella también le tocó convivir con una serie de esposas secundarias y concubinas, en la pura tradición siamesa. La segunda mujer de Rama II, Manda Riam, tenía una enorme influencia. Otra esposa, la princesa Kunthon, también gozaba de relevancia. Vamos, que un harém siempre da muchoooo juego (un día que esté inspirada, le damos un repaso a los otomanos...).