Os vengo a dejar una especial recomendación y es nada menos que un ensayo biográfico, un verdadero trabajo de investigación de archivo, sobre cinco mujeres peculiares, las cinco infantas más desconocidas o las más raras como la subtitulan sus autores. Autores de bagaje y amplio conocimiento de los royals como son el más que reconocido Ricardo Mateos Sainz de Medrano y Jonatan Iglesias Sancho, joven historiador al que tengo el gusto de conocer, investigador exhaustivo y con grandes conocimientos en materia royals jeje, con dos títulos ya en el mercado como Salvad al Zar y Alfonso XII, cartas de un rey adolescente.
El libro sale a la venta el próximo día 12 y será presentado en Madrid el día 22 del presente. Una buena oportunidad de meternos en el siglo decimonónico, tan peculiar en Europa, con estas infantas hermanas del rey Francisco, hijas de un matrimonio muy popular como fueron los infantes Francisco de Paula y la napolitana Luisa Carlota. Con muchas ganas de hincarle el diente.
Singulares, con carácter, hijas de la compleja y revuelta España del siglo XIX, y muy distintas entre sí, las cinco cuñadas de la reina Isabel II, hermanas del rey consorte don Francisco de Asís, han sido hasta ahora las grandes desconocidas de la historiografía de la casa real de España. Un olvido que este libro busca reparar al descubrirnos, en base a una ardua investigación, las interesantes biografías de estas mujeres.
La sanguínea y romántica Isabel, esposa de un bello pero arruinado conde polaco de vida irregular, que por amor encaró el exilio para salir adelante en un entorno regido por las rígidas convenciones sociales y morales de su época que hacían de las princesas meros peones en el tablero matrimonial europeo.
La gastadora y acomodada Luisa Teresa, que buscó esposo en el guapo duque de Sessa, cabeza por entonces de una de las más ricas y añejas casas nobles de España a cuya ruina final contribuyó por no poder resistirse al gran tren de vida que consideró como el propio de una infanta de España y una princesa real.
La batalladora Pepita, conminada al exilio por sus amores fuera de la casta regia y adalid, junto a su esposo el liberal poeta, escritor y político José Güell llegado de tierras cubanas, de la revolución de 1854.
Cristina, conocida como “la Infanta boba” por sus limitaciones intelectuales y salvada de la soltería impenitente por su matrimonio con el rico y culto infante don Sebastián Gabriel. Un príncipe apasionado por el arte, la ciencia y la fotografía.
Y Amalia, la única de todas estas hermanas que contrajo matrimonio con un príncipe extranjero llegado de la lejana Baviera para incorporar a sus blasones las flores de lis de los Borbones de España.
La sanguínea y romántica Isabel, esposa de un bello pero arruinado conde polaco de vida irregular, que por amor encaró el exilio para salir adelante en un entorno regido por las rígidas convenciones sociales y morales de su época que hacían de las princesas meros peones en el tablero matrimonial europeo.
La gastadora y acomodada Luisa Teresa, que buscó esposo en el guapo duque de Sessa, cabeza por entonces de una de las más ricas y añejas casas nobles de España a cuya ruina final contribuyó por no poder resistirse al gran tren de vida que consideró como el propio de una infanta de España y una princesa real.
La batalladora Pepita, conminada al exilio por sus amores fuera de la casta regia y adalid, junto a su esposo el liberal poeta, escritor y político José Güell llegado de tierras cubanas, de la revolución de 1854.
Cristina, conocida como “la Infanta boba” por sus limitaciones intelectuales y salvada de la soltería impenitente por su matrimonio con el rico y culto infante don Sebastián Gabriel. Un príncipe apasionado por el arte, la ciencia y la fotografía.
Y Amalia, la única de todas estas hermanas que contrajo matrimonio con un príncipe extranjero llegado de la lejana Baviera para incorporar a sus blasones las flores de lis de los Borbones de España.
