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CASTILLOS DE CASTILLA Y DEL RESTO DE ESPAÑA
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Autor:  alitojrm [ 20 Sep 2008 22:06 ]
Asunto:  CASTILLOS DE CASTILLA Y DEL RESTO DE ESPAÑA

Creo que faltaban los Castillos de nuestro querido país...así que aquí tenéis el hilo

Autor:  alitojrm [ 20 Sep 2008 22:09 ]
Asunto: 

CASTILLO DE LA MOTA


Y empiezo con uno que me toca muy de cerca...el maravilloso Castillo de la Mota en Medina del Campo (Valladolid). Las fotos que pondreá continuación algunas son de internet y otras (las mejores) las hizo mi niño, muchas gracias cari. Espero que os gusten.


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Situación
Este castillo se encuentra asentado en el mismo cerro, o mota, que ocupó la primitiva ciudad de Medina del Campo, en la provincia de Valladolid, a 52 kilómetros de su capital. Situado en las proximidades de la confluencia de los ríos Adajuela y Zapardiel, esta gigantesca fortaleza se eleva majestuosa sobre un montículo en medio de la llanura castellana. Es uno de los castillos más grantes, junto con los de Peñafiel y Gormaz.

Historia
El actual castillo se asienta sobre lienzos de muralla del siglo XII, probablemente de origen árabe, construyéndose en los siglos XIII, XIV y XV, con importantes obras realizadas por Enrique IV y los Reyes Católicos en el siglo XV. El actual castillo fue construido en 1440, según orden del rey Juan II de Castilla, por la familia Fonseca sobre los restos de una fortaleza musulmana. Fue diseñado por Fernando Carreño y Alonso Niño, y construido por dos artistas árabes, Abdala y Alí de Lerma. En época de los Reyes Católicos, fue fortalecido y se convirtió en el mejor castillo europeo en la modalidad de transición.

En el Castillo residió JuanaI. Más tarde fue prisión de Estado y encerró importantes personajes de la vida política. Aquí estuvo encerrado César Borgia, intrigante personaje de la vida política del Renacimiento a quien el Gran Capitán hizo prisionero en Nápoles. Encerrado en este castillo, pudo huir gracias a la complicidad con el conde de Benavente. Se refugió en Navarra ya que el rey, Juan de Albrit, era hermano de su esposa.

Descripción
Consta de dos recintos.

El recinto exterior está formado por la barbacana que rodea completamente el castillo, hecha de hormigón y ladrillo, y en un estilo decididamente mudéjar. A él se accede cruzando el foso por un puente levadizo, hoy fijo, defendido por torres cilíndricas. En este recinto se encuentran complicadas galerías subterráneas de tiro, almacenes, mazmorras y pasadizos. Sobre la puerta de entrada se encuentran las armas de los Reyes Católicos.

El recinto interior esta formado por cuatro torres y un patio cuadrado en el que se disponen las distintas dependencias del castillo, bodegas, cuadras, etc.. En este recinto se conserva una estrecha cámara, del siglo XV, cubierta con bóveda policromada de estilo mudéjar, denominada Mirador de la Reina porque era el lugar usado por ella. En su origen, no tenía ventanas al exterior.

La fabulosa torre del homenaje, la más alta de Castilla, fue construida en el siglo XV en época de los Reyes Católicos. Es una gruesa torre de 40 metros de altura construida en ladrillo, que presenta dos garitones y está coronada por un balconcillo con almenas. Posee varios pisos con cámaras abovedadas y se encuentra decorada con ricos artesonados mudéjares.

Materiales
Se conservan primitivos restos de argamasa de cal y cantos rodados que pertenecen a un castillo anterior (siglo XII). Los muros de este castillo son de hormigón de la época y están revestidos de ladrillo rosa y realizados en estilo mudéjar, imperante en aquellos años. Esto le proporciona un aspecto pintoresco y peculiar.

Estado de conservación
Con el paso del tiempo la ruina de la fortaleza se fue precipitando hasta la restauración su restauración acometida por el Estado durante los años 1939 y 1940. Posteriormente fue transferido a la Junta de Castilla y León y actualmente está adscrito a la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León que está recuperando los fosos y el puente levadizo. (Nota mía: ya está terminada la restauración y ha quedado fabuloso)

Propiedad y uso
Es propiedad de la Junta de Castilla y León y se usa como centro de congresos, cursos, seminarios, etc., así como uso turístico.

Protección
Fue declarado Monumento Nacional por Real Orden del 8 de noviembre de 1904. Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.

Autor:  alitojrm [ 20 Sep 2008 22:19 ]
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Maravillosa Torre del Homenaje de 40metros de altura...

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Base de uno de los torreones en el que se ve los agujeros que se utilizaban para disparar desde dentro (con forma de cruz) y las marcas de los andamios para la construcción del Castillo (con forma cuadrada)

Autor:  alitojrm [ 20 Sep 2008 22:20 ]
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En la parte más alta de la Torre del Homenaje están los matacanes, huecos por la parte de abajo, desde los que se tiraba aceite hirviendo hacia abajo, cuando el Castillo era atacado...


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Entrada al Castillo desde el foso

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Escudo de los Reyes Católicos que flanquea la entrada (Licorne te lo puedes llevar a Heráldica ;) )

Autor:  alitojrm [ 20 Sep 2008 22:26 ]
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Aquí vemos otra de las entradas al Castillo desde una de las Torres menores, creo que de las Caballerizas si no me equivoco.

Autor:  alitojrm [ 20 Sep 2008 22:29 ]
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Por desgracia del interior del Castillo no nos queda nada, y lo que podemos ver actualmente se debe a la Restauración de la época en que el Castillo albergó la sección femenina de la Falange, en época de la dictadura de Franco.
En el patio interior vemos una portada copia de la del Hospital de la Latina de Madrid. La Latina fue la profesora de Latín de Isabel la Católica, personaje muy querido por ésta, por lo que al restaurar el CAstillo se copiaron partes del Hospital de la Latina en Madrid como homenaje a la Reina Católica.

Autor:  alitojrm [ 20 Sep 2008 22:36 ]
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Capilla del Castillo dedicada a Nuestra Señora del Castillo
En el altar mayor hay un sencillo retablo con bajorrelieves que representan a seis santos españoles: San Raimundo de Fitero, Santiago Apóstol, San Fernando, Santa Teresa de Jesús, San Isidro y San Isidoro. También hay un sagrario de plata de forma basilical y líneas románicas. Corona este retablo un Cristo de marfil del siglo XVI con cruz de forja.

Autor:  alitojrm [ 20 Sep 2008 22:39 ]
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Bajada a las Mazmorras hoy visitables (son impresionantes os lo aseguro por experiencia)

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Repostero del siglo XVIII, cuyo tema es la exaltación del descubrimiento de América, con los escudos de los Reyes Católicos, de Cristóbal Colón y de los hermanos Pinzón. Se encuentra en el zaguan de entrada del Patio de Armas. (Licorne todo tuyo...)

Autor:  alitojrm [ 20 Sep 2008 22:40 ]
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Aquí os dejo más información sobre el Castillo:
http://www.delsolmedina.com/Castillo%20 ... 20Mota.htm

Descripción del edificio.

EL CASTILLO se caracteriza por su grandiosidad y potentes proporciones de sus fábricas, que forman un conjunto armónico, y por la variedad de siluetas que ofrecen sus recintos y torreones de formas diversas que franquean el castillo, todo está combinado para la defensa de la fortaleza.

Lo primero que aparece al situarse frente al edificio es la barrera y la puerta de entrada, dando la impresión de que emerge de la explanada. La barrera, que tenía una entrada en curva revestida de ladrillo, está reforzada por un talud, las troneras de piedra blanca en forma de granada que contrastan con el fondo oscuro del ladrillo, el foso y los torreones de bóveda acasamatadas en cuatro niveles superpuestos.

A parte del tiro de flanqueo más bajo de los torreones, que está parcialmente tapado por las tierras que rellenan el foso, tiene una triple línea de fuego en todo su perímetro: La más inferior, por debajo de la cota de coronación de la contraescarpa, está formada por una galería abovedada con multitud de cámaras de fuego que la recorre por dentro paralela a la muralla, con un cuidadoso sistema de comunicaciones, que se resume en el juego de su doble puente levadizo tendido sobre el foso y la poterna que establece contacto con el exterior. La intermedia es la línea de cámara de tiro de la liza. La superior sobre el adarve y los torreones angulares que pos su extensión permitían el emplazamiento de las bombardas.

El castillo está formado por parámetros verticales, que alzan en parte sobre los antiguos y macizos muros de hormigón, reforzados por torres rectangulares y por unas garitas intermedias y voladas de planta circular que flanquean uno de sus frentes.

Al recinto anterior se accede por una puerta con arco de medio punto que da el Patio de Armas. En el zaguán hay una lápida que conmemora el IV Centenario de la reina Isabel la Católica, y un repostero del siglo XVIII, cuyo tema es la exaltación del descubrimiento de América, con los escudos de los reyes católicos, de Cristóbal Colón y de los hermanos Pinzón.

El Patio de Armas se organiza por medio de tres crujías que se abren al patio por una serie de arcos apuntados, reproduciendo las trazas originales de las dependencias del castillo. La portada gótica es un vaciado de la que mandó poner Beatriz Galindo, la "Latina", en el Hospital de Madrid que llevaba su nombre. El original de esta portada es obra de un artista árabe, el alarife Hazán. Está hecha al gusto musulmán, como lo indica la curva del arco de ingreso, que luce una decoración de bolas, estatuilla bajo lindos doseletes y realzando el conjunto una airosa ventana, todo ello encuadrado dentro de un alfiz de tipo naturalista. Se representa el abrazo de S. Joaquín y Santa Ana ante la Puerta Dorada, los timbres de los Ramírez y los Galindo, y estatuas de dos santos. La colocación de esta portada en el Patio de Armas se debe al marqués de Lozoya.

La capilla es románico-mudejar, sugerida por F. Justo Pérez de Urbe. Sobria y serena de líneas, ajustada a las normas de la más pura liturgia y simbología cristiana. Es una de las más bellas dependencias del castillo.

En el altar mayor hay un sencillo retablo con bajorrelieves que representan a seis santos españoles: S. Raimundo de Fitero, Santiago Apóstol, S. Fernando, Santa Teresa de Jesús, S. Isidro y S. Isidoro. También hay un sagrario de plata de forma basilical y líneas románicas. Corona este retablo un crucifijo de marfil con cruz de forja. Se trata de un Cristo filipino con una marcada influencia española. Es de una gran calidad y de una ejecución perfecta, está hecha por Sangleyes a mediados del siglo XVII.

En los altares laterales hay dos imágenes: Santa María del Castillo y San José, obra del escultor José Clará, son conocidas como el grupo de la Mota, están talladas en un tronco de cerezo cuya tonalidad armoniza con el ladrillo de la construcción.

En el lado derecho del crucero hay una talla de Santa Teresa del siglo XVII, de la escuela sevillana. También hay un tríptico flamenco de últimos del siglo XV. La tabla central representa a la Virgen entronizada con el niño y dos ángeles músicos. La tabla de la derecha representa a Eva, y la de la izquierda a María Magdalena. En el lado izquierdo del crucero hay un cuadro de la escuela de Murillo que representa a S. Félix Cantalicio. En la zona de los pies de la capilla hay una tabla que representa a la Virgen de la Rosa, de escuela castellana con influencias flamenca y renacentista.

El vestíbulo está decorado con una copia de la Carta de Juan de la Cosa, pintada por Viladomat sobre tela, reproducción de la del Museo Naval de Madrid, y una talla de madera procedente de Haití, es un tronco que representa a un indígena con tambor y dos figuras laterales.

A la planta noble se accede por la escalera de Honor, de estilo gótico flamígero, copia también de la del Hospital de la Latina citado. En esta planta está el salón de Honor. Con acceso a una de las torres rectangulares, una pequeña sala de siete metros de longitud por dos de anchura llamada "El Mirador o peinador de la Reina" en recuerdo de doña Juana la Loca; está cubierta con bóveda ojival de cañón seguido, orlada de trecerías góticas y rosetones, en ella quedan restos de la primitiva policromía. En los tímpanos de la bóveda campeaban los emblemas de los Reyes Católicos, que en la actualidad apenas se perciben. El salón está decorado con yeserías que representan los mismos símbolos que hay en el mirados de la Reina.

Y por último la torre del Homenaje. Tiene su planta cuadrada y es de gran elevación, mide 38 metros de altura y 13,5 de anchura en cada lado de su parámetro exterior, y unida a los muros del segundo recinto forma el ángulo norte del mismo, defendiendo la puerta de entrada que da al Patio de Armas. Por la sencillez y buena proporción de sus líneas está considerada como "la reina de todas las torres de Castilla". La torre estaba exenta de la edificación interior del castillo y sólo se podía entrar por medio de una escalera móvil, un puente giratorio, o por cualquier otro medio fácil de cortar en tiempo de guerra.

Edward Cooper opina que se accedería a la torre desde el adorve norte, por una puerta que en obras posteriores se convirtió en ventana. Fernando Cobos cree que aunque está fuera la primera entrada al Homenaje se debió anular durante las obras realizadas por los Reyes Católicos, y que se haría otra entrada que comunicaría con el interior del castillo por una pasarela sobre el patio de entrada de forma que no estuviese tan expuesta a la artillería como la primera.

La torre consta de cinco plantas en la actualidad: la primera y segunda, está reconstruida, son octogonales, con bóveda plana. La tercera, también reconstruida, es un cuadrado con bóveda de plena cimbra. Sobre éstas se encuentra la más bella e interesante de todas, formada por una estancia de planta cuadrada que se transforma en un octógono por medio de semibóvedas de arista y trompas, que cierran los ángulos del cuadrado y después en un polígono de 16 lados montado en una arquería volada de planta triangular, abriéndose cada arquito sobre una base que va disminuyendo desde arriba hacia abajo hasta terminar en punta. También de planta cuadrada y bóveda de claustro es la planta del más alto de los pisos existentes, transformándose en un octógono por medio de unas pechinas planas situadas en los ángulos del cuadrado. En la plataforma de la torre hay matacanes y ocho garitas que forman ángulos entrantes en ésta. En el centro se levantaba un "caballero" de arcos de medio punto, actualmente casi desaparecido.

La construcción singular del castillo demuestra la unión de la técnica árabe con las trazas europeas de las fábricas, que dan al edificio un especial sello artístico.

Autor:  alitojrm [ 20 Sep 2008 22:41 ]
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El Castillo de la Mota, su origen y etapas constructivas:

El origen de la fortaleza de la Mota es difícil esclarecerlo. El sólo nombre de "mota" señala por sí mismo una gran antigüedad, porque corresponde a una variedad de fortificaciones anteriores al siglo XII, fortificaciones algo ingenuas y poco desarrolladas como puede verse en los ejemplos que se conservan en Inglaterra y otros países, y en los modelos dibujados en la Tapicería de Beyeux, bordada por la reina Matilde, esposa de Guillermo el Conquistador. Por eso aunque en España las fortalezas de ese tipo están ya completamente formadas, el nombre de "mota" revela una existencia lejana (Bordeje, F., 1971:4).

Los historiadores de Medina del Campo vinculan su origen a la figura de Andrés Voca, Este personaje aparece en algunas Crónicas, como la de Pero Niño, conde de Buelna, obra de Gutiérrez Díez de Gomes, que lo incluye en los tercios medinenses en la batalla de las Navas de Tolosa. Pese al relato son muchos lo que dudan de su existencia, pero en Medina se forjó esta leyenda que todavía se recuerda.

Cuenta la tradición que en los últimos años del siglo XII, en tiempos del rey Alfonso VIII, vivía en Medina un rico labrador llamado Andrés Voca,...

Pero dejando aparte la leyenda, es posible que su origen corra en cierta forma paralelo al del primer emplazamiento de población de la villa localizado en una situación privilegiada: una zona fértil, el ángulo que forma la confluencia del río Zapardiel y el Adajuela, y una encrucijada de caminos. Un lugar con grandes posibilidades defensivas.

A este emplazamiento deben corresponder los restos de una de las más antiguas cercas de la villa, estas huellas permanecen debido a la solidez de la muralla, de gran anchura (más de 2 metros) y a la dureza del hormigón empleado a base de una argomaza de cal y cantos rodados de cuarcita. La cerca tenía una forma irregular, adaptándose al perfil del cerro cuyo borde seguía en líneas generales, excepto en la parte sureste, donde cruzaba la meseta. A intervalos de unos 15 metros se alzaban torreones prismáticos que servían de contrafuerte (Sánchez del Barrio, A., 1991:17). Algunos autores como A. Sánchez del Barrio ( 1991:18 ) y F. Cobos Guerra (1993:2) creen que estos primitivos vestigios corresponden a finales del siglo XII, y es posible que pertenezcan a esa época porque las investigaciones actuales sobre arquitectura castrense medieval sostienen que los elementos constructivos a base de argamasa de cal y cantos rodados y la traza adaptándose sal terreno y protegiendo la cerca por medio de torreones se remontan a dicho siglo. Parte de esta muralla de hormigón fue aprovecha para la construcción del edificio actual que se encuentra situado en el ángulo suroeste de esta ciudadela medieval.

Fernando Cobos, investigador de la fortaleza cuyos estudios seguimos en este capítulo, distingue tres etapas en la construcción del castillo claramente diferenciadas:

- La la primera, posiblemente del siglo XII, corresponde el tramo curvo del recinto interior, que tiene una clara estructura musulmana en los lienzos y torres del este, sur y oeste hecha con una mezcla de adobe, mampostería y ladrillo, común en esta zona que corresponden a la extensa muralla de la Mota, cuya asombrosa traza y fuerza le permitieron continuar gasta el siglo XV en su forma original. Una atención especial merece la torre donde está la puerta mudéjar de este recinto y que fue cegada al quedar sus uso en el siglo XV.

- A la segunda corresponde la obra de finales del siglo XV, fusión de dos tipos bastantes diferenciados. El recinto interior y la torre del Homenaje pertenecen a la escuela de Valladolid como castillo señorial (Cobos, F., 1992:1.).

En este momento el castillo sufre un gran cambio debido a las necesidades militares de la época, que imponen su reducción con el fin de concentrar las defensas que estaban demasiado dispersas en las grandes fortalezas, acumulándolas todas en la parte superior del castillo.

Según E. Coorper (1980:227-229), estas obras pudieron realizarse durante la tenencia del arzobispo Fonseca, o que tal vez las hiciera el duque de Alba mientras lo tuvo en tercería, estas suposiciones se deben a la semejanza que tienen algunos elementos de la Mota, como torrecillas, matacanes, alzados, almenas y otros pormenores interiores, con el castillo de Coca y el de Castronuevo, propiedad respectiva de ambos señores.

En cambio F. Cobos (1993:3) opina que la barrera y la liza tiene su origen en la reforma hecha pos los Reyes Católicos entre 1479 y 1482.

Las obras de esta segunda etapa incluyen:

- Los lienzos rectos del recinto interior. Por los restos que quedan las obras debieron cortar el castilla por el frente norte y este, levantando los muros que corren entre el Homenaje y las primitivas torres angulares.

-La torre del Homenaje. Es una de las características más notables del castillo, recuerda las alcazabas hispanomusulmanas por su situación en el ángulo del recinto interior.

"- la barrera exterior con sus fosos, subterráneos y obras exteriores se adelanta técnicamente a cualquier obra defensiva de su tiempo. En este sentido puede considerarse un edificio único. Sus bóvedas casamatas, sus cámaras de tiro con aberturas de aireación, sus líneas defensivas subterráneas, sus almacenes, accesos, relaciones con la liza y el exterior y los posibles sistemas de contramina hacen de la obra un conjunto de máximo interés". (Cobos, F. 1993:3).

"Esta obra, considerada casi siempre como una obra mudéjar debe más a la escuela internacional de fortificación hispanoitaliana que a las técnicas mudéjares de la zona". (Cobos, F., 1992:1).

"- la tercera fase corresponde a las restauraciones del siglo XX. en 1904 el castillo es declarado monumento nacional y a partir de este momento se suceden varias restauraciones.

- 1905-1914. El arquitecto restaurador fue D. Teodosio Torres. Se reconstruyeron las almenas y parapetos, a imitación de lo poco que se conservaba original, se remataron los muros y repusieron el solado de los adarves y las torres". (Cobos, F., 1993:6).

Sabemos que construyó el almenado de la puerta principal y el puente de entrada. También excavó y desescombró el patio interior extrayendo gran cantidad de yeserías de la decoración original. Durante estas obras desaparecieron las características que tenía el puente levadizo con un tramo central, y los orificios del paso de las cadenas del mismo para su elevación. Estos detalles hubieron servido para ajustarse a la realidad en restauraciones posteriores (Prats y Rodríguez del Llano, A., 1954:10).

"- 1916-1918 y 1928-1930. En 1915 el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes inició unas obras de reparación del castillo de la Mota cuyo proyecto se encargó a D. Juan Agapito y Revilla. Las obras se realizaron en cuatro etapas, aunque el proyecto no se ejecutó en su totalidad". (Cobos, F., 1993:6).

Las obras consistieron en consolidar muchos puntos débiles y dar acceso cómodo y fácil a ciertos elementos del castillo, como la barrera, las galerías subterráneas y la torre del Homenaje.

En las galerías subterráneas se reconstruyeron las bóvedas semiesféricas de los cubos que estaban hundidas; también se hizo un cubo nuevo. Se arreglaron los trozos de revestimiento de ladrillo que se habían caído y que contenían el macizado natural de las tierras de interior, sobre el que se asientan los semi-cañones de las bóvedas. Se hizo un solado de hormigón.

En el recinto interior se recalzaron y parchearon los muros de hormigón. Se reparó el suelo de los adarves y se construyeron dos escaleras de hierro para subir al adarve y al Mirador de la Reina.

Por lo que se refiere a la torre del Homenaje se hizo un proyecto de reconstrucción total del remate o caballete. Este proyecto no cuajó y solamente se reconstruyeron los antepechos y el almenado, además de consolidar los arcos que quedaban del caballero. También se arregló el suelo del piso interior (Agapito y Revilla, J., 1928:19).

"- 1930-1932. Em 1930 hubo otro intento de restauración del castillo bajo la dirección de D. Antonio Prast y Rodríguez del llano. Se realizaron unas importantes excavaciones documentando la cimentación de un muro delante de la puertas del recinto interior.

Durante la erxcavación del pario interior se localizó la cimentación de los muros del distribuidor de este espacio y algún material arqueológico". (Cobos, F., 1993:7).

- 1939-1942. En mayo de 1939 el castillo de la Mota fue cedido por el Jefe del Estado a la Sección Femenina para que la restaurase y dedicase a fines formativos y culturales, iniciándose rápidamente las obras.

El 21 de julio, por medio de una orden especial, se encargó de la reconstrucción del castillo D. Pedro Muguruza y Otaño, comisario de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional, que D. Francisco Íñiguez Almech y a D. Pedro Hurtado Ojalvo como aparejador-ayudante. La dirección artística estuvo a cardo del marqués de Lozoya, la decoración y diseño del mobiliario la realizó D. Luis Feducci, y de la litúrgica se encargó fray Justo Pérez de Urbel. También hay que destacar la intervención de D. Ricardo Serny, que pintó las tablas de un armario.

Se procedió a una exploración del castillo; únicamente se conservan en relativo buen estado los muros perimetrales y torres, el interior estaba destruido. Había que sacar tierra y cascotes para encontrar restos de cimentaciones primitivas que mostraban, con toda fidelidad, la distribución de crujías, pilastras, etc. Se encargó de esta labor de carácter arqueológico un grupo de licenciados especializados en ello, después se procedió a la excavación y aparecieron los viejos cimientos, que señalaban un patio central con tres lados de pilares y una fachada exenta. Detrás de esta línea de pilares y en anchura muy normal en este tipo de edificaciones aparecieron unos cimientos corridos que determinaban la línea de crujía. También aparecieron unas bombardas que actualmente están en el Museo de Artillería de Segovia, (Hurtado Ojalvo, P., 1942).

Una vez realizada esta labor se trazó un plan de contenidos de acuerdo con su función de Escuela Superior de Formación de la Sección Femenina. Hubo un programa previo que el arquitecto Sr. Íñiguez Almech interpretó acoplándose a los planos expuestos, que tenían dos vertientes: por un lado, el carácter histórico artístico de la época de su construcción, que al restaurarse había que cuidar y respetar con todo rigor y por otro las necesidades de que lo que tenía que ser propiamente formativo.

Se respetó la sobriedad del estilo primitivo, empleando sólo aquellos elementos imprescindibles. Los canecillos, zapatas de madera, barandilla de la galería, etc., son del más puro perfil gótico, incluso la molduración de la carpintería. En el acceso a la capilla y sacristía se colocaron unas grandes puertas enrasadas, con una molduración de tracería gótico-morisca, con un gran dintel, también de madera y trecería.

Los materiales de construcción son iguales a los que emplearon los constructores de hace varios siglos: hormigón revestido del rojo ladrillo cocido de Medina. Toda la construcción de sus partes vistas: los pilares de las galerías, en el interior de la capilla, y la bóveda de la escalera de Honor en ejecución con ladrillo visto; sus tendeles están frenteados con mortero de cal. La fachada exenta del Patio de Armas también se hizo con ladrillo visto y cajones de mampostería. (Hurtado Ojalvo, P., 1942).

En 1992 la Justa de Castilla y león,. consciente del deterioro que presentaba el castillo, encargó la redacción de un plan director para programar las fases de restauración, en el que con el equipo que lo confeccionó colaboraron los técnicos de la Conserjería de Educación y Cultura.

Se hicieron unos estudios previos, como: levantamiento topográfico con el establecimiento de bases de replanteo; estudio geológico y geofísico del sustrato y de los rellenos arqueológicos; obras de exploración y descegamiento de galerías subterráneas y exploración de saneamiento, excavaciones y sondeos arqueológicos.

En la actualidad ya se han realizado las obras más urgentes: Se han consolidado las almenas de la barrera y sustituido la cubierta de la galería de la primera planta del patio de armas por otra de madera. Se ha recuperado el nivel de la liza, reparándose las troneras. También se han saneado las galerías subterráneas, recuperándose los sistemas de tiro y ventilación. En el foso se han retirado las tierras que se habían acumulado con el paso del tiempo y se ha consolidado el talud de la barrera. También se ha rescatado la entrada original con la torre defensiva en mitad del foso y que servía de apoyo a los puentes y se han cercado los terrenos del entorno el castillo.

Autor:  alitojrm [ 20 Sep 2008 22:42 ]
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Noticias de los hechos acaecidos en el castillo de la Mota.

Las primeras noticias del castillo de la Mota aparecen en las Crónicas de Pedro I el Cruel, donde Pero López de Ayala refiere, que el conde D. Enrique de Trastámara con la ayuda de D. Juan Alfonso de Alburquerque y otros muchos "ayuntó la gente que pudo e salió de Toro e fue por tomar la Mota de medina, e non pudo, que la defendió Men Rodriguez de Benavides, que estaba dentro. Y añade, entraron por fuerza en Medina del Campo la víspera de S. Miguel, de septiembre y que los 600 de a caballo enviados por D. Pedro se acogieron al castillo de Medina llamado la Mota". Esto ocurrió pocos años después de 1350.

Parece ser que el destino del castillo en ese tiempo no fue sólo el de ser fortaleza sino también el de ser prisión, porque en 1354 estuvo presa en él doña Blanca de Borbón, por orden de su esposo Pedro I el Cruel; años más tarde, en 1392, estando la corte en Medina, Enrique II el Doliente, desconfiado del Arzobispo de Toledo, D. Pedro Tenorio, lo encarceló en la mota, y en 1434 el rey de Castilla retuvo en la fortaleza a D. Fadrique de Luna, bastardo de D. Martín de Sicilia.

En la primera mitad del siglo XV Castilla es escenario de disturbios y guerra de banderías, especialmente durante el reinado de Juan II de Castilla, a causa de la debilidad del rey y encumbramiento y valor de su privado D. Álvaro de Luna. Los enfrentamientos se producen entre el rey de Castilla y los infantes de Aragón apoyados por gran parte de la nobleza castellana, que va acrecentando su poder, formando un partido o Liga. Estos choques convirtieron a Medina en un baluarte, pasajero, hostil al monarca castellano, por eso Medina y su castillo de la Mota son nombrados con frecuencia en las Crónicas de Juan II de Castilla y Enrique IV el Impotente.

En mayo de 1429 el rey de Castilla, en su rápida campaña de tres semanas conquista Medina del Campo, Cuellar y Olmedo, las tres claves de la posición económica del rey de Navarra, pero más tarde, en 1430 se firmó una tregua por la que se respeta el inmenso patrimonio de los infantes de Aragón. Apenas firmadaésta el hecho de la prisión de Pedro Manrique desata la revuelta. Los rebeldes se apoderaron de valladolid y a ellos se unieron de nuevo los infantes de Aragón; esto fue el comienzo de una guerra que había estado adormecida y que duró bastantes años. Juan de Navarra intentó derribar la privanza de D. Álvaro de Luna cercando al rey de Castilla en Medina del Campo, en su exilio acudió el Condestable, pero una traición obligó a los realistas a abandonar la villa.

En 1433 el señorío de Medina del Campo seguía en poder de Juan de Navarra, ya que existe una provisión dada en Madrigal de las Altas Torres, por la que se condena a ciertos vecinos a pagar dos mil maravedíes de pena "para la obra de nuestro alcázar e fortaleza que nos mandamos facer en la Mota".

en 1438 la situación en Castilla empeoró de tal forma que los nobles llamaron al rey de Navarra, y con este motivo las discordias aumentaron tomando un carácter belicoso. Las revueltas fueron muchas. Los de la Liga contra el Rey, o mejor dicho, contra D. Álvaro, trataron de apoderarse de las plazas en las que el Condestable tenía algún mando o influjo, y se fortificaron cada uno en sus castillos preparándose para la lucha. El rey de Navarra, por quien estaba Medina y su castillo era el más comprometido, y es natural que pensara defenderse en Castilla, adquiriendo un refugio para sus gentes.

Según Ceán Bermúdez, las Crónicas dicen que "en 1440, Fernando Carreño, llamado obrero mayor, construyó el castillo de la Mota de Medina del Campo, en cuyo tiempo y aún después fue muy célebre este edificio".

Dadas las intenciones del rey de Navarra es posible que Carreño hiciese alguna obra en el castillo, esta teoría ha producido algunas confusiones. Las obras siempre se han atribuido al rey Juan II de Castilla, pero también pudo hacerlas Juan II de Navarra y Aragón, señor de Medina del Campo. Es fácil que la semejanza de ambos nombres y ordinales establecieran este error, ayudado por la falta de investigación de los archivos de Aragón y Navarra, en donde como dice Rodríguez y Fernández, acaso se encuentran las claves de la Mota y de otras muchas fortalezas "verdaderas garras de Aragón y Navarra, clavadas en el corazón de Castilla", todas ellas poseídas por aquellos turbulentas infantes de Aragón, que por ser hijos de Fernando de Antequera, eran también poderosos señores de Castilla, y que con sus revueltas y ambiciones mediatizaban el gobierno de la monarquía castellana (Bordeje, F., 1971:5).

Hacia primeros de mayo de 1441 ya se habla de la Mota como de una importante fortaleza. Era tan inexpugnable que el rey de Castilla sólo pudo tomarla por medio de acuerdos con los de la villa, a los que había prometido la dispensa de la pesada contribución impuesta por el rey de Navarra, a estos acuerdos se unió la necesidad de agua y alimentos que padecían los del castillo.

Las vistas de Gomeznarro, en las afueras de Medina, sirviendo de cobertura al rey para ejecutar dos golpes: la toma de Olmedo y la rendición del castillo de la Mota en la propia Medina. Según se lee en la Crónica de Juan II de Castilla:

Partió el rey de Cantalapiedra para Medina del Campo, con trato que tuvo con algunos de la villa, de que le acogerían é llegó a medina bien de mañana, é luego le ebrieron las puertas aquellos que tenían el trato, sin detenimiento ninguno; y entrando fué á adorar la Cruz á la iglesia de Santantolín, é oyó Misa.

Y termina diciendo:

Antes que la respuesta de D. Fernando de Rojas, hijo del conde de Castro, viniese, se había metido en el trato con los de la Mota de parte del Rey, Fernándo Álvarez de Toledo, conde de Álba; é porque en la Mota estaban doscientos é cincuenta hombres de pelea é no tenían bastecimientos de pan no menos de vino, é muy poca agua, é de malos pozos, é sabían en cómo el Rey los comenzaba a minar, oviéronse de concertar con él, d entregar la fortaleza de la Mota, en esta manera: que el Rey viniese por su persona á tomar la Mota, por una puerta que está contra á San Juan del Alcaba (Santa María del Azogue) y que otros salieron por otra puerta que sale á la puerta del Arciles (Arquillo), é se fuesen a Pozal de Gallinas, aldea de Medina, é donde, adonde quieren. Y el trato así asentado al Rey vino a la Mota é fue apoderado de ella é dejó en ella por guarda que la tuviese por él, a Gonzalo Guzmán, señor de Torrijas.

Pero la contienda terminó de un modo inesperado, el 28 de junio en un rápido movimiento el ejército de la Liga, mandado por el rey de Navarra, puso sitio a Medina del Campo. Una serie de conspiraciones, hábilmente manejadas por el rey de Navarra, que contaba con muchos amigos servidores en la villa, hicieron que ésta abiertas sus puertas, y el rey de Castilla cayó en manos de la Liga.

Con la ejecución de D. Álvaro de Luna en 1453 la actitud del rey de Navarra cambió renunciando a todas las posesiones que tenían los de Aragón en Castilla (ciudades, señoríos y villas), como heredero de los dominios de su madre y hermanos, así como la de sus propios señoríos, esto sucedió el 8 de octubre de 1454, la renuncia se confirmó el 19 de febrero de 1455.

El castillo de la Mota desempeñó su papel más importante en el tiempo, especialmente durante el reinado de Enrique IV, Este, según consta en un albalá archivado en Simancas, encomendó la tenencia de la Mota a Pedro Salcedo, su maestresala, en marzo de 1465, pero como se unió con los magnates rebeldes al rey, se lo quitó. Este mismo año se establece una Concordia entre Enrique IV y el Reyno sobre varios puntos de gobierno y legislación civil, otorgada en Medina del Campo, año 1465, discutiéndose en ese momento la privanza de D. Beltrán de la Cueva en la Mota; y como el rey dio por nulo lo establecido en la Concordia fue depuesto en efigie por los nobles que formaban la Liga, los cuales cercaron Medina del Campo y su fortaleza, tomándola después de diez meses de sitio. Los de Medina solicitaron auxilios del rey siendo reconquistada en julio de 1466 por Pedro de Arias Dávida. Enrique IV entró en Medina y puso cerco a la Mota.

Para conseguir la fidelidad de los nobles Enrique IV les entrega ciudades y villas, y en 1466 cede el castillo de la Mota D. Alonso Carrillo, Arzobispo de Toledo, con quien trató secretamente para que conbatiera al marqués de Villena; pero al no fiarse demasiado el Rey del Arzobispo, y decidido ya en favor de su hija doña Juana, se lo hizo quitar.

El Arzobispo de Toledo había tomado parte en favor del príncipe D. Alfonso durante la insurrección de éste contra su hermano Enrique. Por ello, la guarnición del castillo, cuyo Alcaide estaba por el Arzobispo peleó constantemente con los vecinos de Medina, que seguían fieles al Rey, y que tenían asediados a los de la Mota en las salidas que tenía la fortaleza en algunas iglesias que estaban a su alrededor, hasta que se apoderó de toda la villa en nombre del principe Alfonso.

Después de la revuelta de Olmedo, 1467, y una vez tranquilizados los ánimos, el Rey premió la lealtad de D. Alfonso Fonseca, Arzobispo de Sevilla, confiándole la tenencia de la Mota.

Cuando la princesa Isabel es reconocida como heredera del trono de Castilla por el Tratado de los Toros de Guisando, recibe varios señoríos, entre ellos la villa de Medina del Campo. La donación se hizo el 15 de Noviembre de 1.468, e incluía el alcázar, fortaleza y torre de la Mota, pero su enfrentamiento con Enrique IV a causa de su matrimonio con Fernando de Aragón, hace que Isabel no disponga de estos señoríos ni del castillo, cuya tenencia detentaba el Arzobispo Fonseca. En ese tiempo, año de 1,470, se firmaron en el castillo de la Mota, las Capitulaciones matrimoniales de doña Juana la Beltraneja con el duque de Guyena.

Al fallecer el Rey y el Arzobispo Fonseca, en 1.474, volvieron las luchas entre la guarnición del castillo y los habitantes de la villa, que a todo trance, por armas o por tratos, querían posesionarse de la fortaleza para derribarla, ya que veían en ella un peligro constante para su tranquilidad y para el comercio pujante del lugar. Para ello llamaron en su auxilio al terrible Alcaide de Castronuño y cercaron el castillo, pero el duque de Alba con sus gentes, disperso a los sitiadores tomando la fortaleza en tercería hasta que los de Medina indemnizaran a los Fonseca de los graves daños que habían causado.

En 1.475 llegaron a Medina del Campo los reyes Isabel y Fernando, después de ser coronados en Segovia, siendo recibidos con entusiasmo por los de la villa, y enterados de las luchas habidas entre estos y los del castillo demandaron al Duque de Alba, que iba con ellos, la Mota de Medina que teniala é luego gela entregó, con el deseo de servir a los nuevos soberanos, en la persona de Gutiérrez de Cárdenas. Bajo la custodia de este Alcaide y la de su mujer, doña Teresa Enríquez, aquella famosa Loca del Sacramento, dejaron en la Mota a la princesa Isabel, heredera de la Corona.

Al tomar posesión del castillo los Reyes Católicos no duraron en emplear toda la tecnología conocida y el dinero necesario para convertir la Mota en el mejor castillo artillero europeo en la modalidad denominada de transición.(Cobos, E., 1993:4).

Durante las obras de fortificación y embellecimiento del castillo mandaron labrar sus blasones sobre la puerta de la muralla. Allí están las armas de Castilla y León, de Aragón y de Sicilia, la empresa monta tanto tanto monta y debajo de ella una cartela con los nombres ELIZABETH y FERDINANDUS, con la divisa del nudo gordiano, yugo y flechas.

En una Cédula dirigida al Concejo de Segovia, en septiembre de 1.479, ordenaban los Reyes que no se cobrasen tributos ni sisas de las maderas que se sacaran para las obras de la Mota. En dicha Cédula citan a Alonso Nieto vecino de la noble villa de Medina del Campo nuestro obrero mayor de las obras que nos mandamos facer e deficar en la Mota e fortaleza de la dicha villa... Con seguridad puede hablarse de la intervención del herrero Maestre Hernando y de dos alarifes árabes. El Maestre Abdallah y el Maestre Ali de Lerma, este señalado como ingeniero podria ser el responsable de la construcción del foso y de la barrera, etc.

El castillo no fue sólo escenario de revueltas, también fuer archivo e la corona por orden de Juan II y de Enrique IV, qye mandaron reunir en sus salas todos los documentos del Patrimonio y Corona Real a los que se unieron otros por Cédula de 15 de febrero de 1485. Más tarde fueron trasladados a Simancas por orden de Carlos V.

Encerrada en sus estancias estuvo la desgraciada y loca de amor doña Juana, hija de los Reyes Católicos, (nacida en Toledo el 6 de noviembre de 1.479, a los 17 años contrajo matrimonio con Felipe de Habsburgo, que tenia 18. Los síntomas de locura, que había heredado de su abuela materna Isabel, se agravaron por el amor que sintió por su marido y por los celos provocados por la irregular y veleidosa conducta del rey, ello la valió el sobrenombre de la Loca ), que con insistencia manifestaba su deseo de ir a reunirse con su marido a Flandes. Cuando la reina Isabel envió desde Segovia, donde se encontraba enferma, al secretario Pedro de Torres con una larga carta en la cual prometía disponer su marcha cuando el mar se abriese a la navegación, entendió doña Juana que bajo tales promesas se escondía el engaño y la negativa, a grandes voces, anuncio que estaba dispuesta a emprender el viaje contra toda prohibición. El Obispo de Córdoba, Juan de Fonseca, ordenó retirar todas las caballerías, al ver a la Princesa abandonar sus aposentos sin llevar mas que ropa ligera, pese a lo avanzado de la estación, e hizo cerrar las puertas de la barrera para impedir que emprendiese la marcha a pie. La crisis estallo entonces con inusitada violencia: doña Juana se aferró al muro, y permaneció casi inmóvil, incluso en la helada noche de fin de otoño, sin hablar ni comer durante mas de veinticuatro horas. Cuando la tensión de nervios cedió, sus servidores pudieron instalarla en una cocina de la misma muralla que utilizaban para calentarse los soldados de guardia; ella se negó en redondo a volver al castillo porque confiaba en que al abrirse la puerta de la muralla tendría ocasión de huir.

El mayordomo mayor, don Enrique Enríquez y el Cardenal Cisneros acudieron inmediatamente a la Mota sin conseguir calmarla y, hasta que no llego la reina Isabel no lograron que volviese a sus aposentos, para la reina esto fue un rudo golpe reconociendo el estado de su hija Juana "Y entonces ella me habló tan reciamente, de palabras de tanto desacatamiento y tan fuera de lo que hija debe decir a su madre, que si yo no viera la disposición en que ella estaba, yo no las sufriera de ninguna manera". Estas circunstancias, junto con el quebranto de la salud de la reina Isabel, irreparable desde el verano de 1.504, y con el telón de fondo de una grave crisis que azotaba las tierras peninsulares por aquellas fechas, hizo que sintiéndose gravemente enferma, el 12 de octubre de 1.504, en el Palacio Real Testamentario, la reina Isabel dicto al secretario Fernando Gaspar de Gricio su testamento, al cual añadiría un codicilo el 23 del mes siguiente, solo tres días antes de su muerte.

El día 26 de noviembre de 1.504, la Reina Isabel la Católica fallecía en el Palacio Real Testamentario a los 53 años de edad, y Fernando renunciaba al titulo de rey de Castilla que había ostentado desde 1.474, pero de acuerdo con el testamento de Isabel, adquiría el de gobernador en ausencia de su hija Juana, que se había vuelto a reunir con su marido en la corte de Flandes.

El castillo no fue solo escenario de revueltas, también fue Archivo de la Corona por orden del rey Juan II, y de Enrique IV, que mandaron reunir en sus salas todos los documentos del Patrimonio y Corona Real a los que unieron por Cédula de 15 de febrero de 1.485. Mas tarde fueron trasladados al castillo de Simancas por orden de Carlos V. Sin embargo el castillo de la Mota no es menos famosos por sus hechos militares que por sus ilustres prisioneros, ya que fue prisión de Estado a partir del siglo XVI, y en el estuvieron el Duque de Calabria, don Fernando, hijo del rey Fabrique de Nápoles, preso en Tarento por el Gran Capitán en 1.502 y traído a España como rehén, cuando recibió la noticia de la muerte de su padre perdiendo las esperanzas de ceñir esta Corona. Pero tal vez el prisionero mas pintoresco de todos los que encerró el castillo fue Cesar Borgia, el llamado Duque Valentino, intrigante personaje de la agitada vida política del final de la Edad Media y comienzos del Renacimiento, y a quien el Gran Capitán hizo prisionero en Nápoles, enviándole primero al castillo de Chinchilla, en la provincia de Albacete, de donde intento escapar mediante una estratagema, no sin antes querer arrojar por las almenas a su alcaide y guardián, don Gabriel de Guzmán, quien se libro de muerte segura gracias a su agilidad y fortaleza. Tras el fallido golpe, el rey Católico ordeno su traslado al castillo de la Mota, custodiado esta vez por el alcaide don Gabriel de Tapia. Pasado un tiempo de rigurosa prisión, aunque propia de un personaje de su alcurnia, maquina una nueva fuga con la complicidad exterior del Conde de Benavente, don Rodrigo Alonso Pimentel, enemigo del Rey Católicos y las ayudas interiores del capellán y algunos criados. La noche del 25 de octubre de 1.506 se descolgó mediante sogas de la Torre del Homenaje, la soga no alcanzaba al suelo de forma que el ultimo tramo hubo que salvarlo saltando, Cesar quedo magullado, otro criado que lo seguía se deslomo del golpe, tuvieron que dejarlo atrás y fue ahorcado al día siguiente. En unión del Conde de Benavente, llegaron en secreto a Villalón, allí se oculto unos días, (Se ofrecían diez mil ducados por su captura), luego pasaron a Santander para eludir el cerco que el rey Católico había dispuesto para su captura. Desde allí paso a Navarra, cuyo rey Juan de Albrit era hermano de su esposa francesa Carlota.

El castillo además de ser prisión también fue parque de artillería con los Reyes Católicos y el Cardenal Cisneros, y por este motivo durante la guerra de las Comunidades el castillo sufrió daños porque el Alcaide no quiso entregar las armas que se custodiaban en la fortaleza. Cuando Carlos V. quiso tener a buen recaudo el rescate de Francisco I, hecho prisionero en la batalla de Pavía,( 23-24 de febrero de 1.525, donde los franceses sufrieron una estrepitosa derrota que les costo mas de 8.000 muertos), que ascendía a un millón doscientos mil escudos de oro y la milagrosa flor de lis, lo mando al castillo de la Mota de Medina, bajo vigilancia de Álvaro de Lugo. Don Diego Hurtado de Mendoza estuvo preso en el castillo de la Mota por orden de Felipe II, por una reyerta que tuvo con don Diego de Leiva, ante la cámara en la que estaba agonizando el príncipe don Carlos. Cumpliendo el mandato real, don Diego llego a la fortaleza el 4 de septiembre de 1.568. Le acompañaban dos criados, Juan de Luzuriaga y Juan de Anguera, siendo recibidos por el Alcaide Alonso Nieto. Hernando Pizarro estuvo preso en el castillo durante mas de veinte años por la causa seguida a él y a su hermano por la muerte de Almagro en la conquista de Perú. En 1.579 estuvo preso don Fabrique de Toledo, marques de Coria, por desacato a doña Magdalena de Guzmán, y don Antonio Álvarez de Toledo por desobediencia al rey Felipe II al contraer matrimonio sin su licencia.

Se conservan dos despachos en Simancas de 26-12-1.591 y 2-1-1.592, que demuestran la decadencia del castillo. están escritos por Diego del Solar y Solórzano, que debía de tener el castillo por el duque de Maqueda. En ellos se expone a Vázquez de Salazar, Secretario de cámara de Felipe II, las dificultades para dar aposento en la Mota al preso que traen de Aragón y personas que con el vinieren por estar algo de ello mal reparado, y toda vez que como es casa tan antigua cada día ay mas mal, y se advertía que sea mirado con mucho cuydado puertas y rrejas, y se allá que si no son las principales de la fortaleza las de mas es necesario ponerlas, y los marcos de las rrejas están podridos de manera que con facilidad se podrían arrancar. Tanto se acentuaban los signos de ruina que en tejados y aposentos se llueben como si no ubiera tejado y en el mismo día del escrito se a undido con las demasiadas aguas un pedazo de corredor por donde se iba a la capilla a oir misa lo cual no se podrá hacer si no se remedia, que no es poca importancia para el preso y para los demás que obviáramos de estar en su guarda. El preso al que se referían estos escritos era don Luis Jiménez de Urrea, conde de Aranda, complicado en el proceso de Lanuza y de Antonio Pérez.

Uno de los últimos personajes que habitaron el castillo en calidad de prisionero fue el marques de Sieteiglesias, don Rodrigo Calderón, famoso por su orgullo al ir al cadalso.

El paso del tiempo despojó al castillo de su importancia defensiva, al lograrse la definitiva unidad de España. Fue decayendo, se convirtió en arsenal de materiales, los muros se agrietaron, desmocharonse las almenas y aunque en pleno siglo XVII, hubo un intento de consolidación en el que Manuel de Vega, maestro de obras, toma a su cargo los reparos de la fortaleza, ya muy maltrecha, esta acabo por arruinarse. En el año 1.782, se concedió el titulo de Alcaide de la Mota por el Rey al duque de Sesa y de Maqueda, y hasta muy avanzado el siglo XIX, ejerció como tal don Ramón del Canto Berceruelo, hijo de la villa de Medina. Después de la ultima restauración hecha en 1.939, por medio de un decreto de fecha 29 de mayo de 1.942, el castillo se convirtió en la Escuela Superior de Formación de la Sección Femenina. En 1.977, al disolverse la Secretaria General del Movimiento, el castillo de la Mota fue cedido al Ministerio de Cultura, adscribiéndose a la Junta Coordinadora de Actividades Establecimientos Culturales. Últimamente fue transferido a la Junta de Castilla y León por medio del Real Decreto 3.298/1.983 de 2 de noviembre. En la actualidad depende de la Conserjería de Cultura y Turismo.

castillo de la Mota, surge luminoso en las noches serenas de la recia Castilla, orgulloso de su pasado histórico, de su altiva y sin par Torre del Homenaje, de su erizada barrera artillera envidia de todas las fortalezas Europeas, retando al tiempo pasado y futuro, con su aspecto de inexpugnable fortaleza y su fina y artística silueta mudéjar.

Autor:  alitojrm [ 20 Sep 2008 22:47 ]
Asunto: 

Espero que os guste... ;)

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