Maravilha escribió:
INDIGOBLUE escribió:
de la preferencia del padre por la primera y lo orgulloso que se sentía de su matrimonio con lo que é consideraba "todo un partido", y de que ocurría todo lo contrario con la segunda y su marido...
Lord Dickie, como todo respecto a la memoria de el, y de su legado historico que no fue nada malo, fue una persona sumamente creida y snob. Es triste lo que pasó a su hija, Pamela, solterona hasta que se casó con el famoso David Hicks, que claro, era gay.
Conocidos mios dicen que ella es un AMOR de persona.[/quote]
Te cuento, Maravilha, una anécdota en cuanto a David y Pamela (fuente "Los Windor", de Kitty Kelly):
Resulta que Lord Mountbatten obligó a la primera biógrafa de Hicks (Gwen Robyns) a quemar en su presencia y la de su abogado todas las cintas en las que ex-novios de su yerno aportaban su testimonio...Años después, la misma autora le preguntó a Lady Pamela como aguantaba tener tatos hombres por ahi, a lo que ella contestó:
- "Mira, Gwen, con padres como los míos se aguanta cualquier cosa. Además, David es un padre estupendo, y me trata muy bien. Lleva la casa, encarga la comida...y escoge todo mi vestuario."
En el libro, Robyns también relata la curiosa forma de conocerse de esta pareja y la reacción de Edwina al enterarse...
"David me confesó que en 1959 había estado a punto de quedarse sin blanca. Un amigo le dijo que la única solución era casarse con una chica rica, y, como David no conocía a ninguna, lo llevó a una fiesta para que viese a unas cuantas. Esa noche, David iba a llevar a su madre al cine. En aquella época vivían juntos. La dejó en el coche unos minutos y fue corriendo a la fiesta de su amigo, en busca de herederas. En eso que se encuentra con Lady Pamela Mountbatten, y no pierde el tiempo.
- "Ví entrar un patrimonio de 5 millones de libras, con sandalias abiertas y el bolso blanco más feo que quepa imaginar -me dijo-. Me la llevé a la pista de baile y le susurré: "¿Cuantos hijos quieres?."
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Al llegar a casa, Lady Pamela se lo contó a su madre, que estaba cotenta, pero un poco extrañada:
- "¡Cuánto me alegro, querida! - dijo Edwina, que había heredado el patrimonio de varias generaciones, y nunca había comprado un mueble en su vida - Pero, ¿qué es un interiorista?"
Para que luego, venga Victoria y nos diga aquello de...
