Jajaja. Es un buen punto de arranque...¿verdad? Ir a los orígenes.
Aquí tienes a Julia Theresa Salomea Hauke, luego "von Hauke":

Había nacido en Polonia, el 24 de noviembre de 1825. Sólo era una de los hijos fruto del matrimonio entre Hans Moritz Hauke y su esposa Sophie La Fontaine. Hans Moritz, que procedía de una familia sajona, había desarrollado una excelente carrera militar en el ejército napoleónico, luchando en Alemania, Austria, Italia e incluso en España; con el tiempo, sin embargo, había cambiado de bando ingresando en el ejército imperial ruso, dónde demostró su capacidad a tal punto que, una vez pacificado el continente, el zar Nicholas I le confirió un cargo significativo en el ministerio de la guerra polaco, un gobierno sometido por completo al gobernador general, que era el gran duque ruso Constantin (un hermano mayor de Nicholas que había perdido sus derechos de sucesión antes de casarse con Joanna Grudzińska, una condesa polaca, precisamente). Con ese puesto, vino aparejado un título de conde, de forma que tanto él como su esposa e hijos pudieron empezar a utilizar la partícula "von" delante del apellido Hauke.
Así las cosas, en noviembre de 1830 estalló un alzamiento en Polonia y Lithuania contra el dominio ruso. El gran blanco, para los revolucionarios, era, por supuesto, el gobernador gran duque Constantin, generalmente odiado por mucho que se hubiera unido en matrimonio a una noble polaca. Los rebeldes, principalmente cadetes de escuelas militares, llegaron a entrar en masa al palacio que ocupaba el gran duque en Varsovia: para proteger la huída de Constantin, el conde Hans Moritz von Hauke se jugó literalmente el pellejo. Los sublevados le abatieron a tiros en la calle, delante de la horrorizada mirada de su esposa Sophie La Fontaine von Hauke y de sus hijos. Sophie nunca se recuperó de la conmoción; el trauma sufrido mermó su salud rápidamente y en poco tiempo acompañó a su marido a la tumba. Conmovido por aquella historia de lealtad, el zar Nicholas I decidió "tomar bajo su tutela personal" a los huérfanos von Hauke. Fueron llevados a la corte de San Petersburgo, para que "su padrino" les proporcionase una crianza y educación apropiados.
Julia debía ser una muchacha encantadora. En principio formaba parte del amplio conjunto de damas de la zarina Alexandra Feodorovna, pero cuando el zarevitch Alexander -futuro Alexander II- se casó con la princesa hessiana Marie, rebautizada en la ortodoxia María Alexandrovna, pasó a servir a la flamante consorte del heredero. Se daba la circunstancia de que, al establecerse en la corte rusa, María Alexandrovna se había hecho acompañar por uno de sus hermanos, concretamente su preferido: el príncipe Alexander de Hesse. Alexander era un buen mozo y además se distinguía en su carrera de oficial del ejército imperial: los Romanov le tenían en muy alta estima. Hubo un momento complicado cuando aspiró a la mano de la gran duquesa Olga Nicolaevna, hija del zar Nicholas I, hermana del zarevitch Alexander: se picaba demasiado alto, por mucho que agradase el chico a los parientes Romanov. Sin embargo, el zar Nicholas, tras decidir comprometer a Olga con el príncipe heredero Karl de Württemberg, quiso compensar en cierta medida a Alexander ofreciéndole la mano de una de sus sobrinas, la gran duquesa Ekaterina Mikhailovna.
Las cosas podrían haberse encauzado en esa dirección, pero entonces, en un baile de corte, Alexander, para disimular su interés hacia otra dama, invitó a danzar una mazurca polonesa a Julia. Saltó una chispa entre la pareja, la chispa se transformó en amor. A sabiendas de que el zar jamás admitiría un compromiso, Alexander y Julia abandonaron juntos la corte de San Petersburgo. El escándalo estalló a sus espaldas, mientras ellos se dirigían a Breslau, en la Silesia que controlaba Prusia. Allí se casaron en octubre de 1851.

Alexander y Julia se presentaron a continuación en Darmstadt, ante el hermano mayor de él, el gran duque Louis III. Louis ya sabía lo que había ocurrido: su cuñado zar estaba furioso, su hermana zarina tremendamente afligida; ahora, la pareja le rogaba que les proporcionase amparo para establecerse dignamente. Dado que no había forma de retroceder en el tiempo, Louis así lo hizo. Dejó claro que aquella boda se consideraría desigual, pero otorgó a su nueva cuñada el rango de Su Alteza Ilustrísima aparejado al título de condesa von Battenberg: el lugar se le ocurrió porque, mientras pensaba en una solución adecuada, su mirada cayó sobre un mapa de sus dominios en los que le llamó la atención ese nombre tan sonoro. Unos años después, Julia fue ascendida a Su Alteza Serenísima la princesa von Battenberg. Obsérvese, sin embargo, que jamás fue Alteza Real...
Con Alexander, Julia tuvo cinco hijos, una fémina y cuatro varones:
*Marie (un intento de "peloteo" hacia la resentida zarina rusa).
*Louis
*Alexander "Sandro" (un intento de "peloteo" hacia el zar ruso).
*Heinrich "Liko"
*Franz Joseph "Franzjos"
Nuestra Alice es nieta de Julia a través de Louis, el segundo hijo. En cambio, los Battenberg llegarán a España mediante Ena, nieta de Julia a través de su cuarto hijo Heinrich o Henry, apodado "Liko".