sabbatical escribió:
Hay montones de fotos de Margarita además de tener una vida bastante apasionante...
Este hilo hay que animarlo
Pues te mostraré otra maravillosa foto de Maggie cubriendose los cabellos con un pañuelo...
...antes de poner una imagen particularmente triste y conmovedora:
Esta última foto de Maggie alcanzó una enorme difusión y haría correr ríos de tinta, en esa época e incluso décadas más tarde. Se tomó el 17 de octubre de 1955, después de que la princesa pasase un fín de semana con el hombre que amaba, el capitán Peter Townsend. Durante ese fín de semana, la pareja había acordado anunciar el final de su relación dado que a Maggie se la había advertido de que un matrimonio le haría perder su rango, sus privilegios e incluso la cercanía a su familia (hubo insinuaciones en el sentido de que quizá debería dejar a los suyos atrás y abandonar el país con su eventual esposo).
Margaret había conocido a Peter siendo todavía una chiquilla. Contaba unos trece años, más o menos, cuando Peter, que había desarrollado un extraordinario papel como jefe de escuadrón de aviación durante la épica Batalla de Inglaterra (II Guerra Mundial), se incorporó al staff del rey George VI, padre de la princesa. El apuesto aviador con aura de héroe incluída en el lote causó una profunda impresión en la muchacha, pero nadie le otorgó entonces la mayor importancia. A ciertas edades, cualquier mocita tiende a buscarse amores platónicos que se diluyen poco a poco.
Peter estaba casado en la época en que Maggie se "enamoriscó" de él. De hecho, su esposa, Rosemary Pawle, le había dado un primer hijo, Giles, tres años antes de que el capitán Townsend se integrase en el staff real; un año después de que la jovencísima Maggie se hubiese encaprichado de aquel hombre, este se convirtió en padre por segunda vez, de otro varón llamado Hugh. Con esa situación personal, obviamente Peter no prestaba tampoco la mayor atención a los "sentimientos" que estaba suscitando en la menor de las princesas.
Hacia 1952, sin embargo, Peter se divorció de su mujer, Rosemary. En esa época, el procedimiento de divorcio requería una parte "culpable" y una parte "inocente". En el caso de los Townsend, la parte "culpable" fue Rosemary, que cansada de que las obligaciones de su marido para con la familia real le tuvieran demasiado ocupado siempre como para atenderla debidamente, había iniciado una relación adúltera con John de Laszlo. A Peter le quedó la satisfacción moral de ser declarado parte "inocente" y de recibir, por ello mismo, la custodia de los dos niños.
A esas alturas, muerto George VI, hereda el trono Lilibeth. Peter sigue sirviendo a la reina madre, nuestra "Cookie", lo que permite que Maggie, ya una guapa mujer, empiece a coquetear a todas horas con él. Maggie se salió con la suya y ambos iniciaron un romance que salió a la luz dos años después de la coronación de Lilibeth. En general, el público simpatizó con la pareja. Peter era un hombre serio y responsable, con prestigio personal. Maggie una mujer de considerable belleza y encanto. Parecía un cuento de hadas hecho realidad. Una encuesta realizada por un tabloide británico mostró que la gente estaba dispuesta, mayoritariamente, a aceptar el enlace entre Maggie y su capitán divorciado.
Peeeeerooooo...la iglesia de Inglaterra NO estaba por la labor de mostrar semejante tolerancia. Lilibeth era la cabeza oficial de la iglesia anglicana, por lo que se vió muy presionada por sus políticos y por el elenco de funcionarios de palacio. Todos le recordaban la gran crisis de la abdicación, aquella época incierta y convulsa surgida del romance de Edward VIII con la dos veces divorciada Wallis Warfield Spencer Simpson. Edward había tenido que irse para casarse con Wallis. Si Maggie quería casarse con Peter, debía seguir el mismo camino hacia el exilio de su tío paterno.
Maggie amaba a Townsend, pero no pudo pagar un precio tan elevado como el que se le exigía por estar con él. A lo largo de su vida, había oído hablar casi a diario de su tío Edward de Windsor y de "la americana", que habían traicionado al país y a la familia. Ella no quería que la rechazasen del
modo en que se rechazaba a los Windsor. Bajo aquella presión psicológica, Maggie acabó rindiéndose. Y renunció a su Peter Townsend, que, enseguida, partió hacia el extranjero solo...