Miguel Ángel escribió:
Dilema difícil de resolver y decidir. ¿Aun no lo entiende ni entiende al hijo?
Se equivocan aquellos que creen que esto ha sido solo del Gobierno. Nooo. Felipe VI, Gobierno y expertos tuvieron que hacer encajes de bolillos ante una situación insólita.
No, no lo entienden. Viven en una realidad paralela y finiquitan todo con un "él hizo mucho por España y todo esto es una campaña en su contra". Me recuerdan a los fanáticos de los Sussex que no comprenden nada de la institución y cómo debe protegerse, incluso de sus propios miembros.
El Rey JC hizo mucho por el país, sí, pero al mismo tiempo iba minando su propio legado y reputación, con total libertad. Ha sido el mayor y peor boicoteador de la Corona, y lo más crudo es que parece seguir siéndolo. Hay que apechugar con ambas cosas, las luces y las sombras, no borrar lo que nos interese o intentar quitarle hierro al asunto comparando su situación con la de los políticos, porque él no es ni ha sido un político. Es un Rey.
Que yo tenga que escuchar esta mañana a Alsina pasmado por el despliegue "papal", el avión que lo trajo, que si Aruba, que si 100.000 € alquilarlo, que si vuelo privado... ¿Es posible tanta frivolidad, tantísima, cuando el hijo no deja de hacer sacrificios, puestos e impuestos, y de ser sometido a continuas humillaciones comiéndose sapos que no le corresponden?
Tenía que haber venido, sí, y que venga, pero que todo el mundo se entere cuando ya esté aquí y porque se lo han cruzado por la puerta. No este pedazo ventilador de esparcir información por parte de los amigotes y esta absoluta falta de discreción como si nada hubiera pasado.
Se marchó y fue un bombazo. No le dio la gana comunicar a donde; se le pidió que cambiara de destino y no quiso. Vuelve y lo anuncia a bombo y platillo, pero se entera antes Carlos Herrera y Fernando Ónega que el propio Rey, su hijo. Se le pide decoro y discreción por la situación, pero la respuesta es una peineta más alta que La Giralda. Y todo esto sin dar ni una sola explicación ni pedir disculpas.
Qué comportamiento tan rotundo, cuando antes hacía y deshacía todo lo que podía y nos entrábamos de absolutamente nada acerca de su vida privada y sus continuos viajes al extranjero con su amiga entrañable.
Pues nada, que siga, que siga. Pero luego no se extrañe nadie de la distancia impuesta por el hijo. Está demostrando una falta de lealtad supina. Qué pronto se le olvida su propia historia y lo que tuvo que lidiar con Don Juan y com Don Jaime. Qué pronto.
Esperemos que esto se desarrolle así por primera y última vez, si no, va a ser un cargamento de munición a perpetuidad para los que ya sabemos. Le está haciendo la campañita a los de siempre.