Jeanne de Tourbey según algunos fue "El origen del mundo" para Gustave Coubert. Para otros la
modelo del controvertido cuadro fue su amante Joanna Hiffernan.

Marie-Anne Detourbay nació en Reims el 18 de enero de 1837, de madre soltera y muy pobre, que la puso a trabajar muy pronto lavando botellas de champán por lo que no pudo ir a la escuela. Llegó a París a los 16 años, después de haber dado a luz a un niño muerto, bajo el nombre de Jeanne de Tourbey y su belleza, su inteligencia y su audacia le sirvieron para abrirse paso en el mundo galante.
Sus primeros amantes fueron Alejandro Dumas hijo y Marc Fournier, director del teatro de la Porte-Saint-Martin, quien se empeñó en darle a la preciosa chica un cierto barniz cultural. Comprendiendo que ese era el pasaporte para ascender en sociedad la joven Jeanne devoró todos los libros que se le pusieron por delante, convirtiéndose así en una ávida lectora para el resto de su vida, y aprendiendo también el arte de la conversación social.
Tras dejar arruinado al director, se convierte por un tiempo en la amante de Plon-Plon Napoléon, que le paga un piso cerca de los Campos Elíseos donde empieza a recibir a grandes literatos como Ernest Renan, Sainte-Beuve, Théophile Gautier, Lucien-Anatole Prévost-Paradol y Émile de Girardin. Gracias a su mejor amiga, la actriz Joséphine Clémence d'Ennery, llamada "Gisette", conoce a Gustave Flaubert y a Khalil-Bey.
Hacia 1862 se convierte en la amante de Ernest Baroche, miembro del Consejo de Estado y director de comercio exterior para el Ministerio de Agricultura, además de un rico potentado del azúcar. Llegaron a estar prometidos antes de que él muriese en la batalla de Bourget el 30 de octubre 1870, dejándole en su testamento 800.000 francos de oro, una suma astronómica, que permitió a Jeanne "comprar" un marido con título y convertirse en una mujer relativamente respetable: el conde Edgar de Loynes, oficial del ejército, que parte dos años después para América donde se le pierde la pista y la deja a ella divorciada pero conservando el título por supuesto.
La nueva condesa de Loynes funda un salón literario al estilo de los del Antiguo Régimen, en directa competencia con el de Léontine Arman de Caillavet, quien era todo lo contrario a Jeanne: de ascendencia judía, muy hermosa, morena de ojos azules, muy inteligente y cultivada y que hablaba 4 idiomas. Se convirtió en la amante de Anatole France y recibía los domingos a literatos, artistas, diputados, actores y abogados pero no músicos, ya que su amante no era aficionado. Los miércoles ofrecía cenas con conversación de las que Alejandro Dumas era asiduo junto a los príncipes de Bibesco, los barones Rothschild, Marcel Proust, Sarah Bernhardt, Georges Clemenceau, etc.
Leontine

En directa competencia, Jeanne recibía todos los días de 5 a 7, desayunos los domingos y cenas los viernes. La comida que servía tenía una reputación excelente y las conversaciones eran muy animadas pero es importante saber que cada salón tenía sus normas y, para diferenciarse del de su enemiga, el de la condesa de Loynes era católico y antisemita.
Hacia 1880 conoce a Jules Lemaître, escritor y crítico de teatro, quince años más joven que ella, quien se convierte en el amor de su vida. Ambos fundan en 1899 la Liga de la Patria Francesa, que hace campaña por la condena del capitán Dreyfus. De esta forma pierde la amistad de gente como Clemenceau pero gana la de los pintores Degas y Renoir.
Al final de su vida en 1908, dona 100.000 francos para fundar L'Action française, periódico ultra nacionalista. La verdad es que, pese a recibir a grandes personalidades de la República, Jeanne nunca estuvo muy de acuerdo con esa forma de gobierno.