Un oasis en el centro de Barcelona
En pleno corazón de Barcelona se encuentra el depósito general de la Biblioteca de Catalunya, ubicado en un edificio gótico del siglo XV.La amplitud de las salas, la altura de los arcos de piedra del techo restaurado en madera y la disposición de las 3 alas del edificio, que se construyó siguiendo el
modelo de los claustros eclesiásticos , hacen que el visitante que accede por primera vez tenga la sensación de estar en un antiguo monasterio. Solo detalles como el letrero que indicaba el acceso a la farmacia, la escultura en la pared de dos ángeles que con el grabado "guardaropa y estubas" señalaba la entrada a los baños de vapor o el propio nombre de la calle indican que el edificio era un hospital medieval. La entrada principal está situada en el número 56 de la calle Hospital, muy cerca de las Ramblas. La ubicación de la biblioteca genera un gran contraste entre el bullicio exterior y la atmósfera de silencio y calma del interior protegida por los antiguos muros de piedra, que hace que esta sea aún más apreciada por el lector. Sin embargo, la biblioteca "no es un lugar cómodo donde venir a leer sino que es un lugar de investigación y de preservación del patrimonio", explica Marga Losantos, jefa de sala.En los 40 Kilómetros de estanterías de las cuatro plantas del almacén subterráneo, se guardan documentos como Les Homilies d'Orgaña, considerado el texto literario más antiguo escrito en lengua catalana, o un acta de consagración datada en el año 889.También se guardan obras de gran valor en salas específicas, como la cervantina donde se pueden encontrar ediciones originales del Quijote de 1605.Además del fondo documental, en la sala de lectura el usuario puede apreciar diversas obras de arte y curiosidades como los cuadros restaurados del antiguo hospital, un globo terráqueo de 1831, réplicas expuestas de textos antiguos, un piano del compositor Enric Granados o los 2.414 cedularios que recuerdan cómo las nuevas tecnologías cambiaron la manera de trabajar. Todo ello no hace sino aumentar el encanto del lugar.En las visitas guiadas para grupos o en la jornada de puertas abiertas de Sant Jordi cualquiera puede visitar el lugar y conocer otros rincones donde se pueden apreciar más obras de arte como cristaleras, un tapiz del siglo XVI, etcétera. Además, están abiertas al público las diversas actividades culturales que realiza esta biblioteca que se mantuvo abierta durante la guerra civil, tuvo su "infierno" durante el franquismo, donde se guardaban los libros "pornográficos, o de literatura socialista, comunista, libertaria y, en general, disolventes" y en cuyo recinto murió Antoni Gaudí. Pero para conocer la larga e interesante historia de este lugar, es mejor visitarlo y consultar sus tres obras que la explican.
http://www.elmundo.es/cataluna/2016/02/ ... b45b5.html_________________
La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.
