25 de diciembre de 1855
Llegada del Conde y la Condesa de Castiglione a Paris. Se instalan en el primer piso del n°10 de la rue Castiglione. La razón oficial de su presencia en la ciudad es visitar al Conde y la Condesa Walewski. Maria Anna Walewska, née Ricci, es prima de la condesa de Castiglione. Su marido, el Conde Alexandre Walewski, hijo de Napoleon y de Maria Walewska, es ministro de Relaciones Exteriores. En realidad, Virginia había sido enviada a la corte de Napoleón III por el Conde Cavour, primer ministro de Vittorio Emanuele II. Conociendo el gusto del Emperador por las mujeres bonitas, Cavour había reclutado a la Condesa para que ayude a avanzar la causa de la unidad italiana y la independencia de Austria, el poder dominante en la península. Fíjate qué gracia...¡nunca había caído en el parentesco entre la Castiglione y María Anna Ricci, condesa Walewska! Ciertamente, María Anna era la hija que Isabella Poniatowska tuvo con Zanobi de Ricci. María Anna me parece una de las damas más interesantes del II Imperio, un escenario histórico repleto de mujeres fascinadoras, por lo demás. La familia Colonna Walewski tiene bastante presencia en la red y hace un tiempo encontré, navegando, un retrato absolutamente delicioso de María Anna, obra de Dubufe, que por lo visto forma parte del patrimonio de Charles-André Colonna Walewski.

Creo haber visto al menos una serie de cabinets de Disderi en los que no estaba tan divina, pero el retrato, desde luego, la muestra esplendorosa y los cabinets no le niegan cierto grado de atractivo físico. Como tú bien señalas...
27 de febrero de 1857
La Condesa aparece en el baile de Carnaval de la Princesa Mathilde vestida como una marquesa del siglo XVIII. Se dice que la relación entre el Emperador y la Condesa Walewska comenzó en esta velada. Mme Walewska “era notoriamente favorecida desde las altas esferas” (Mme Baroche). Esta relación, una de las más duraderas del Emperador, continuó hasta 1864....hubo posteriormente, en la época de declive de la aventura de Napoleón III con la Castiglione, una turbamulta de rumores acerca de una presunta aventura del emperador con la condesa Walewska, que, por otro lado, nunca dejó de mantener una cálida relación con la emperatriz Eugenia. A decir verdad, los rumores situaban a Napoleón III alternando sus amoríos con la Walewska con sus amoríos con la condesa de La Bèdoyére. Nunca he puesto mucho interés en ese tema, pero quizá vaya siendo hora de revisar la lista de entretenidos cotilleos acerca de Napoleón III
