Para abrir boca, una preciosa imagen del príncipe Arthur, duque de Connaught, con su esposa Luise Margaret de Prusia, "Luischen". Ellos serían los padres de Daisy, Artie y Patsy:

Hay algo muy romántico en el enlace entre Arthur y Luischen. Al parecer, el príncipe británico conoció a la que sería su mujer cuando ésta tenía apenas doce años durante una visita que realizó a la corte de Berlín. Hay que recordar, por si alguien se nos pierde, que la hermana mayor de Arthur, Vicky, estaba casada con el entonces príncipe heredero Friedrich, Fritz, así que Artie visitaba a la pareja en Berlín en la época en que se encontró con la princesa Maria Anna de Anhalt, esposa del príncipe Friedrich Karl de Prusia; a María Anna la acompañaban sus hijas, Marie, Elisabeth y Luischen. La pequeña Luischen, con su aspecto delicado y su aire melancólico, llamó mucho la atención de Arthur. Él también se quedó con la copla de que Friedrich Karl, un individuo de lo más desagradable, maltrataba a su esposa Maria Anna, por lo que las hijas crecían en un entorno doméstico ciertamente ominoso. Quizá a Arthur le sedujo la idea de rescatar de sus penurias y desdichas a la princesita Luischen. El caso es que al cabo de apenas siete años, cuando Luischen tenía ya diecinueve, Arthur matrimonió con aquella Hohenzollern a pesar de que la reina Victoria no entendía porqué su hijo favorito, tan guapo, tan gallardo, tan vibrante,
tenía la tonta idea de casarse.
Arthur y Luischen fueron razonablemente felices. Y tuvieron tres hijos...la menor de ellos una niña que nació en Bagshot Park, la residencia de la familia Connaught en Surrey, el 17 de marzo de 1886. Era el día de San Patrick, patrón de Irlanda; dado que Arthur ostentaba el título muy irlandés de duque de Connaught, decidió que su hija se llamaría Victoria PATRICIA Helena Elizabeth. Se quedó con el Patricia. Para su familia sería Patsy, mientras que el pueblo solía denominarla, afectuosamente, princesa Pat.