María Nicolaevna, gran duquesa de Rusia.
"El nacimiento de la pequeña Marie no fue bien recibido por su padre con particular alegría: esperaba un hijo; posteriormente, a menudo se reprochó a sí mismo por esto y, por supuesto, se enamoró apasionadamente de su hija".Con esas palabras, resumió la entonces gran duquesa Alexandra Feodorovna, nacida princesa Charlotte de Prusia...
Charlotte de Prusia, gran duquesa Alexandrovna Feodorovna.
...la reacción de su marido, en aquel momento gran duque Nicolás Paulovich de Rusia...
Nicolás.
...al producirse el nacimiento de la segunda de sus retoños. En abril de 1818, Alexandra, a quien su enamorado Nicolás llamaba cariñosamente Mouffy, había dado a luz un niño, bautizado con el nombre de Alexander en honor al tío paterno y emperador Alejandro I...
Tío Zar Alejandro I.
...quien carecía de descendencia con su bella zarina Elizaveta Alexeyevna.
Tía Zarina Elizaveta.
Ahora, en agosto de 1819, en el palacio Pavlosk, acompañada de su suegra la zarina viuda María Feodorovna...
María Feodorovna, viuda de Pablo I. Nacida princesa Sofía Dorothea de Württemberg.
...Alexandra había dado a luz su nueva criatura. Aunque Nicolás había deseado otro niño, para que quedase claro que se freforzaba la continuidad dinástica, el resultado fue la Marie así bautizada para "bailarle el agua" a la abuela paterna, que aún mandaba mucho. En casa, por supuesto, la llamaron Masha. Y aquí aparece en una de sus primeras imágenes, meses después de su nacimiento, columpiándose junto a su hermano Alexander, Sasha.
Sasha y Masha.
Mientras que aquí se luce en un primer plano en solitario:
Masha.
Como sus padres estaban en el apogeo de su fertilidad, Alexandra "Mouffy"...
Alexandra con sus hijos Masha y Sasha.
...se embarazó enseguida por tercera vez. Desdichadamente, el 22 de julio de 1820 dió a luz una niña muerta, tan muerta que ni siquiera pudo recibir nombre en un bautizo apresurado. Esa experiencia resultó muy dura en el aspecto emocional para Mouffy y la gran duquesa cayó de lleno en una depresión. Su preocupado marido Nicolás, tras consultar con los doctores, decidió llevarla a Berlín, en una visita a los escenarios de su niñez y juventud, así como a su padre, hermanos y resto de familiares. El gesto de Nicolás tuvo un profundo significado para Mouffy, ya que le estaba resultando extremadamente difícil acostumbrarse al clima y a los usos y costumbres de la corte rusa.
En septiembre de 1822, Mouffy dió a luz una nueva niña, la gran duquesa Olga, que llamarían Ollie. Un quinto embarazo daría como resultado una niña nacida sin vida en octubre de 1823, otro episodio de muerte perinatal que, de nuevo, costó un episodio depresivo a Mouffy. Alexandra, "Adini", nacería en junio de 1825, justo después de que llegase a la corte rusa de visita la hermana favorita de su padre Nicolás, la gran duquesa Anna Paulovna, a la sazón esposa del príncipe de Orange, heredero del trono de los Países Bajos.
Adini fue la última en nacer ANTES de la ascensión al trono de su padre. Llegado el otoño, el tío zar Alejandro I, que no se encontraba bien, se dejó persuadir por su esposa Elizaveta, con la que atravesaba una época de casi sorprendente armonía, para realizar un viaje al sur de sus dominios. Desdichadamente, el zar pareció resfriarse durante el trayecto, aunque lo que llevaba consigo era un tifus que le causó la muerte el 1 de diciembre en Taganrog, junto al mar de Azov. La desaparición de aquella luminaria de los Romanov, el vencedor de Napoleón, fue tan prematura, repentina e inesperada, que surgirían leyendas según las cuales él, cansado del mundo, había orquestado en complicidad con su esposa una falsa muerte que le permitiese retirarse para vivir como un humilde eremita. En realidad, Elizaveta estaba absolutamente desconsolada, lo que se reflejó en sus muy emocionales cartas dirigidas a su madre, la margravina Amalie de Baden. Elizaveta misma...
Elizaveta en luto riguroso.
...se consumía por la tuberculosis y murió en la ruta de Taganrog a San Petersburgo, concretamente en Beliov, el 16 de mayo de 1826. Tenía solo cuarenta y siete años, había sido celebrada por su extraordinaria hermosura y su gentileza y entre sus méritos figuraba haber inspirado a Pushkin el emotivo poema titulado
"Je ne suis pas né pour amuser les tsars".
Para ser rigurosos, tras el difunto Alexander, por edad, le correspondía ascender al trono imperial al hermano gran duque Konstantin Paulovich.
Gran Duque Konstantin, gobernador en Polonia.
La zarina viuda María Feodorovna -recordemos todos: mandaba mucho, de hecho se la tenía por la principal autoridad en la familia...- señaló a Nicolás que el finado Alejandro había dejado una disposición testamentaria señalándole como heredero. Sin embargo, Nicolás tenía muy grabada a fuego la disposición de las Leyes Paulinas, promulgadas por su propio padre para acabar con aquella fea costumbre de que el trono ruso no fuese ni hereditario ni electivo sino de quien lograba sentarse en él. Las Leyes Paulinas habían establecido la línea masculina por orden de edad, de mayor a menor, excluyendo la sucesión femenina. Ateniéndose estrictamente a las Leyes Paulinas, Konstantin era el heredero al margen de cuál hubiese sido el gusto o el antojo de Alejandro. Nicolás se negaba a ceñirse la corona de Konstantin: de hecho, él mismo escribió a Konstantin a Varsovia, dándole tratamiento de Majestad y rogándole que acudiese lo antes posible, que no abandonase a Rusia a su suerte. Pero Konstantin, sin moverse del sitio, replicó que había enviado a su madre -que sí, que mandaba mucho...- expresando su renuncia a cualquier derecho.
De
modo que el escrupuloso Nicolás se convirtió, ahora sí y sin lugar a dudas, en el zar Nicolás I...
...y su Mouffy, claro, "ascendió" de gran duquesa a zarina Alexandra...
...celebrándose la coronación, con ese ostentoso ceremonial que tanto gustaba en Rusia, el 3 de septiembre de 1826, después de que Nicolás hubiese sofocado por las bravas la revuelta de los Decembristas, que se había producido coincidiendo con su advenimiento al trono.
En 1827, Alexandra tuvo su primer parto en calidad de zarina, un "hijo nacido en la púrpura", para ponernos tan snobs cual corresponde. Fue el gran duque Constantin Nicolaevich [y aquí tengo que hacer el "spoiler" breve pero necesario de que algunos relatos incluyen una niña en 1826, previa a Constantin, que se habría llamado Elizaveta y habría muerto a temprana edad, pero no aparece en todas las referencias, sólo en alguna, razón por la que la he omitido pero introduciéndola de esta manera tan particular].
Alexandra todavía tendría otros dos varones, Nicolás y Mikhail, nacidos en 1831 y 1832 respectivamente, es decir, ambos después de la desaparición de la formidable María Feodorovna, la que tanto había mandado. Nuera de Catalina la Grande, esposa y viúda de Pablo I, madre de Alejandro I y de Nicolás I, María Feodorovna se apagó en su querido Pavlovsk el 5 de noviembre de 1828, a los sesenta y nueve años de edad. Sólo unos meses antes de que expirase María Feodorovna, el 24 de febrero, había muerto, en el mismo lugar, otra mujer que también había tenido mucho peso en la vida de Nicolás I: Charlotte Margarete von Lieven, nacida von Gaugreben...
Charlotte von Lieven.