Nombre completo: Margherita Maria Teresa Giovanna di Savoia.
Padre: Ferdinando Alberto Amedeo di Savoia, duque de Génova.
Madre: María Elisabeth Maximilianne, princesa de Sajonia.
Abuelos paternos: Carlo Alberto di Savoia-Carignano, príncipe de Carignano, y su esposa María Teresa de Habsburgo-Lorena, de la rama Toscana de la familia imperial.
Abuelos maternos: Johann I rey de Sajonia y su esposa Amalie Auguste de Baviera.
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Ferdinando, duque de Génova.
Ferdinando, duque de Génova, era un hermano menor de Vittorio Emanuele II, rey de Piamonte. Mientras que Vittorio Emanuele se había casado con la encantadora Marie Adelaide de Habsburgo-Lorena, hija del archiduque Rainiero que gobernaba, en nombre del imperio austríaco, la gran región del norte italiano denominada Lombardo-Véneto, su hermano Ferdinando, un excelente militar, se casaba con Elisabeth de Sajonia, a la que el poderoso ministro Cavour describiría, admirado, como la princesa más bella de su época.
Elisabeth de Sajonia (foto tomada cuando ya era una mujer madura).
Ferdinando y Elisabeth tuvieron un matrimonio breve. Su primer bebé, la niña que se llamó Margherita, nació en Turín, el 20 de noviembre de 1851. Un hijo varón, Tommaso Alberto Vittorio, nacería el 6 de febrero de 1854. El padre de ambos, el duque de Génova, falleció en febrero de 1855, cuando Margherita contaba cuatro años de edad y Tommaso apenas un añito. Se daba la casualidad de que el rey Vittorio Emanuele II había enviudado un mes antes, en enero, de su mujer habsburguesa, Marie Adelaide. Parece ser que durante una época, Elisabeth, duquesa viuda de Génova, mostró interés en casarse con su cuñado Vittorio Emanuele II. Éste no aceptó dicha posibilidad: nunca había sido fiel a Marie Adelaide, de hecho mantenía una segunda familia paralela con su amante Rosa Teresa Vercellana Guerrieri y pensaba mantener esa situación.
Elisabeth, muy molesta por la notoria indiferencia de su cuñado, inició una relación con un militar de la guardia, Niccolo, marqués Rappallo, con quien se casó en octubre de 1856. La noticia cayó como una bomba entre los Saboya: la duquesa viuda y su marido fueron inmediatamente "exiliados". El "exilio" de Piamonte duró un año, porque Elisabeth tuvo poderosos intercesores en su favor.
A partir de ahí, se dedicó a preparar lo mejor posible a sus hijos Margherita y Tommaso, mientras lamentaba, para sus adentros, haber dado el paso en falso de casarse con Rappallo. Educada con gran esmero, Margherita, ya una jovencita muy bonita, se zafó por los pelos de ser comprometida con Carol I de Rumanía. Carol se casó, en última instancia, con Elisabeth de Wied, en tanto que para Margherita se arregló un matrimonio dentro de la casa Savoia con su primo hermano Umberto, hijo de Vittorio Emanuele II con la difunta Marie Adelaide.