Anabolena escribió:
El periódico "Le Soir" puntualiza que, aparte del ahorro, la ausencia de la princesa se explica porque su presencia absorbe excesiva atención, en detrimento de los objetivos comerciales de las visitas.
(...)
Ésta última apostilla del periódico me parece más falsa que un duro de chocolate ;-)
Es coherente la primera parte de la noticia: lógico que, si están tratando de cuadrar unos presupuestos austeros, sean cada vez más "selectivos" a la hora de programar viajes internacionales de los herederos del trono y que, además, quieran evitar, en esos viajes, gastos que puedan parecer superfluos o caprichosos. Normal que programen una reducción de viajes, normal que preparen unos programas de actos en destino lo más mesurados posible, normal que usen menos fondos para recepciones de cortesía y que usen servicios de catering más
modestos en las pocas que haya que mantener, etc, etc.
A partir de ahí...yo no acabo de vislumbrar un gran ahorro en dejarse a la princesa en casa. Una vez que Felipe se sube a un avión especial con su séquito para irse a Australia, el hecho de que se queden vacíos los asientos que solían usar Mathilde y los miembros de su staff inmediato no va a hacer más económico el vuelo. A Felipe seguirán reservándole, por motivos de prestigio y de seguridad, suites completas en hoteles de gran lujo. El hecho de que Mathilde no esté allí para compartir la suite, no creo que implique una rebaja en el precio que les haga el hotel. Se van a ahorrar en estilismos de la princesa poco o nada, porque si ella se queda en Bélgica, teóricamente en ese tiempo desarrollará cierto grado de actividad en Bélgica. Así que ropa seguirá usando, aparecerá bien peinada y discretamente maquillada, etc. Todavía no sé dónde está el gran ahorro.
Y el hecho de que distrae la atención...vamos, me parece un argumento estúpido hacia las princesas consortes en general. Se supone que cuando sus maridos desarrollan tareas de representación internacional, a menudo enfocadas hacia la preservación o el incremento de vínculos comerciales, ellas son un punto de apoyo. Sí, atraen atención extra, pero esa atención extra es bienvenida porque supone presencia mediática, mayor cobertura en la tele y en los magazines, por tanto un refuerzo de la marca "Bélgica" u "Holanda" u "España", lo que sea. Al menos, así nos han "vendido" siempre esas giras de tipo internacional. No me cuadra que ahora, de pronto, la misma Mathilde que con su excelente presencia y su sutil encanto era la mejor compañera posible de Felipe en las giras comerciales, se haya convertido en un estorbo porque "distrae la atención".