Soy FAN ABSOLUTO de las montenegrinas, así que lo paso muy bien con estos temas. Además, ya que hoy estoy controlando a los carpinteros en casa me distraigo con esto. :) Gracias, Minnie!
Por cierto, transcribo un fragmento de la biografía de la reina Elena de Italia de Luciano Regolo, donde explica que las relaciones matrimoniales entre Petar y Zorka eran de un cariz similar a las de los padres de la Duquesa de Connaught.
"Il matrimonio di Zorka-Ljubitza, che si stabilì con il marito in una casa proprio di fronte al Palazzo dei genitori, poi adibita ad ambasciata di Serbia da suo figlio, re Alessandro I, che era nato lì, si revelerà tutt'altro cha fortunato.
L'infelicità conjugale di Ljubitza segnò tutti i Petrovich Njegosh: una volta ebbe un aborto spontaneo per le botte ricevute da Petar. Lei ebbe il coraggio di confidarsi solo con la madre e le sorelle, que rimarsero sconvolte. Al padre, Nicola I, non disse nula. Ma il gospodare non era tipo da ignorare certi indizi....
...Il vedovo Karageorgevich, che continuò a vivere a Cettigne fino al ritorno in patria da re, rimasi assai inviso ai Petrovch Njegosh per il
modo in cui avveva tratato Zorka. "La loro primogenita Elena" ricorda Nicola Romanoff, "cugina prima di mio padre, Roman, visse in casa dei miei nonni, i granduchi Militza e Pietro, studianto sotto la loro tutela: la volero un gran bene. Nell'1911 la principessa di Serbia chi portava lo stesso nome della bisnonna e della zia, regina d'Italia, spossò un principe russo, Ioann Konstantinovich Romanoff, nella reggia di Peterhof. Eppure i miei nonni non andarono al matrimonio pur di non encontrare Pietro I"
Traduzco a vuelapluma y aproximativamente:
"El matrimonio de Zorka, que se instaló con su marido en una casa frente al palacio de sus padres, que sería más tarde habilitada como Embajada de Serbia por su hijo, el rey Alejandro I, que había nacido allí, fue cualquier cosa menos afortunado.
La infelicidad conyugal de Ljubitza (Zorka) marcó a toda la familia; en una ocasión tuvo un aborto espontáneo por una tunda que le dió Pedro. Ella tuvo el valor de confiárselo solo a su madre y hermanas, que se quedaron conmocionadas. No le dijo nada al padre, Nicolás I. Pero el gospodar no era de los que ignoraban estos indicios...
...EL viudo Karageorgevich, que continuó viviendo en Cetigne hasta el regreso a su patria como Rey, era mantenido a distancia por los Petrovich Njegosh por la manera en que había tratado a Zorka. "Su primogénita, Elena" recuerda Nicolás Romanov, "prima segunda de mi padre, Roman, vivía en casa de mis abuelo, Militza y Pedro, estudiando bajo su tutela; la querían mucho. En 1911, la princesa de Serbia que llevaba el nombre de su bisabuela y de su tía, la Reina de Italia, se casó con un príncipe ruso, Ioann Constantinovich Romanov, en el palacio de Peterhof. Sin embargo, mis abuelos no fueron a la boda para no encontrarse con Pedro I"