Clara escribió:
Buf, pues tenían donde elegir, lo que pasa es que Akihito en su época ya no se vio obligado a ello, aunque a sus padres no les gustase la idea.
Desde siglos atrás (se notaba que vivían en una época y costumbres casi feudales), la familia contaba con alrededor de once ramas históricas, antiquísimas, conocidas como la "Antigua Familia Imperial". De los descendientes criados en esas once ramas colaterales, los varones podían llegar a ser elegidos emperadores en caso de necesidad y las mujeres, al ser princesas por nacimiento, quedaban dispuestas para casarlas con príncipes de la rama principal de la Familia Imperial. Es decir, se casaban entre primos por muy distantes que fueran. La Emperatriz Nagako, por ejemplo, era una de esas princesas, perteneciente a la rama Kuni. Su padre fue el Príncipe Kuni Kuniyoshi y su madre era hija del Príncipe Shimazu Tadayoshi, descendiente de los daimyōs, los antiguos señores feudales, que a partir del siglo XIX una vez vacíos de poder, pasaron a ser simplemente aristócratas.
Cuando los norteamericanos invadieron Japón, les obligaron a terminar con las ramas colaterales de la "Antigua Familia Imperial", reduciendo la creación de nuevas ramas a los descendientes y hermanos del Emperador Hirohito. De hecho cuando era evidente que Masako y Naruhito tenían problemas para traer un varón al mundo, los sectores conservadores pidieron debatir la restitución de las antiguas ramas colaterales con el fin de que se pudiera adoptar a uno de sus varones y así asegurar un futuro emperador. Menos mal que Kiko y Akishino terminaron con la ida de olla, porque eso era regresar al Pleistoceno.
El festival de la endogamia.