EL PRINCIPIO...
Marie "Missy", madre de Lisabeta y Mignon.
En el otoño de 1894, la princesa heredera Marie "Missy" de Rumanía, se hallaba casi confinada en el formidable Castelul Peleş cerca de Sinaia. Allí aguardaba la llegada a término de su segundo embarazo, que no había resultado nada cómodo para ella. El parto, difícil, se produjo el día 12 de octubre. Acababa de tener una niña, Lisabeta; pero como su primogénito, nacido un año antes, había sido el deseado varón, bautizado Carol, la aparición de una fémina causó gran alegría.
Hasta enero de 1900, Missy no volvería a dar a luz. Su tercer retoño, Mignon, nacería en circunstancias bastante diferentes a las que habían rodeado el nacimiento de Lisabeta. A fín de cuentas, Missy había abandonado precipitadamente Bucarest tras una tormentosa escena con el rey Carol I, tío de su esposo Ferdinando. Carol le había reprochado vivamente a su sobrina política el constante flirteo que ella sostenía con un joven y gallardo oficial llamado Zizi Cantacuzene. Los rumores atribuían incluso el embarazo de Missy a Zizi, en vez de a Ferdinando, lo que, evidentemente, ponía en un brete el prestigio de la dinastía Hohenzollern-Sigmarigen en Rumanía. Missy, quizá queriendo proteger a Zizi, replicó a Carol I que la criatura que portaba en sus entrañas había sido engendrada por un primo ruso, el gran duque Boris Vladimirovich. A continuación, se marchó a Gotha a buscar apoyo en su madre, la duquesa viuda de Saxe-Coburg, que había nacido gran duquesa María Alexandrovna de Rusia. Mignon había aparecido en escena, por tanto, a cientos de kilómetros de Rumanía, el país del cual era princesa.