Katia murió el 15 de febrero de 1922. Sí, fijaos: 1922. Vió, desde Niza, cómo Europa se veía asolada por la Gran Guerra y cómo se derrumbaba con estrépito el Imperio Romanov, a raíz de la Revolución de 1917. En sus últimos años, conoció la estrechez económica y el sobreendeudamiento: sus recursos se habían visto seriamente mermados por aquella secuencia de acontecimientos.
Su hijo Goga...
Goga.
se había perdido todo eso, tanto el estallido de la Gran Guerra como la Revolución...Goga había completado su educación en Francia, primeroen el Liceo Condorcert y después en la mismísima Sorbona, pero se le antojó volver a Rusia para convertirse en oficial de la flota imperial, algo que su medio hermano el emperador Alejandro III autorizó a regañadientes. En marzo de 1892, tras salir de la escuela de oficiales de la armada, se incorporó a la corbeta blindada
Rynda, que formaba parte de la flota del Báltico. Después de más de un año de margen, en diciembre de 1893, otro medio hermano, el gran duque Aleksey, dirigió una carta extensa a Katia explicándole que la falta de cualidades y la actitud de Goga no eran las apropiadas para mantenerle en su puesto. Le estaban "despachando", vamos. Afortunadamente, al acceder al trono su "sobrino" Nicolás II este mostró mejor voluntad: si su "tío" no valía para oficial de la armada, que se le colocase en el regimiento de húsares de la Guardia Imperial.
Goga con sus hermanas Olga y Ekaterina.
Sin embargo, en 1895, Katia se llevó un disgusto porque Nicolás II, aunque estaba dispuesto a echarle un cable a su "tío" Goga, no quiso asumir la función de padrino de la boda de su "tía" Olga Yurievskaya...
Olga princesa Yurievskaya, luego condesa Merenberg.
...con el conde Georg de Merenberg, un hijo del príncipe Nikolaus de Nassau y la esposa morganática de éste, Tasha, hija menor de Aleksandr Pushkin. A Katia le pareció un agravio. El único miembro de la familia imperial que asistió al enlace de Olga con Georg fue el gran duque Mikhail Mikhailovich, un sobrino nieto de Alejandro II, y por la razón de que él mismo se había casado morganáticamente con Sophie de Merenberg, hermana de Georg de Merenberg. En septiembre de 1896, Katia se convirtió en abuela por primera vez: Olga condesa de Merenberg tuvo un niño, a quien se dió el nombre de Alejandro en recuerdo del zar.
Olga y el pequeño Alejandro.
Goga, el hermano mayor de Olga...
Aquí está muy pintón, no me diréis que no...
también se casó el 11 de febrero de 1900 en Niza. La nuera de Katia fue la condesa
Alexandra Constantinovna von Zarnekau, hija del (siempre tremendamente borracho, por lo visto...) duque Constantin Petrovich de Oldenburg y de la esposa morganática de éste, la georgiana Agrippina Japaridze, que había sido la mujer de un príncipe Dadiani antes de divorciarse de éste para casarse con Consantin. Agrippina von Zarkenau era muy hermosa y su hija Alexandra había sacado bastante de la madre. Al zar Nicolás II le causaban mucho desagrado los padres de Alexandra, así que no estuvo nada satisfecho con la boda de su "tío" Goga. La nueva pareja, que se instaló en San Petersburgo en principio, tuvo un hijo en diciembre de 1901, un nuevo nieto Alejandro para Katia...
Ese matrimonio fue un fiasco monumental. Hubo problemas de dinero, Goga no sabía administrar el capital del que disponía, pero también debieron intervenir otros factores, porque Alexandra von Zarkenau princesa Yuriesvkaya solicitó el divorcio en 1908 aduciendo negligencia y maltrato por parte de su marido Goga. Para entonces, en 1909, Goga ya empezaba a dar señales de una grave enfermedad, y no he logrado descubrir cuál. Murió el 13 de septiembre de 1913 a los cuarenta y un años de edad, en un hospital situado en Marburg, en Hesse, y su hermana Olga de Merenberg se ocupó de que se le enterrase en la iglesia ortodoxa de Santa Elisabeth, en Wiesbaden.
Para entonces, Olga condesa de Merenberg...
...ya era madre de tres. A su pequeño Alejandro se habían sumado Michael y Olga Katharina.
Ekaterina, la hija menor de Katia, se convirtió en una mujer muy elegante.
Ekaterina joven.
Ekaterina más mayor.
Hay una foto que a mí me encanta, porque la muestra con su medio hermano el gran duque Vladimir, el marido de Miechen:
Ekaterina se había casado en Biarritz, en octubre de 1901, con el riquísimo príncipe Alexander Vladimirovich Baryatinsky, un ayudante del príncipe Eugen Maximilianovich Romanovsky, a su vez hijo de la difunta gran duquesa María Nicolaevna. El marido de Ekaterina estaba forrado...y se había hecho famoso más que nada por su apasionado affair con la soprano italiana Lina Cavalieri. De hecho, Baryatinsky intentó casarse con Lina (diminutivo de Natalina, porque había nacido el día de Navidad...) Cavalieri, pero la familia de él intervino para frustrar aquella "insensatez"; al final, se casó con Ekaterina Yuriesvskaya, pero mantuvo intacta su pasión por Lina. Ekaterina empezó a peinarse y vestirse al estilo Lina Cavalieri...
Ekaterina imitando el estilo Cavalieri.
en un intento por gustarle más al marido, de quien tuvo dos hijos consecutivos: Andrei y un Alejandro, por supuesto, tercer nieto Alejandro para nuestra Katia.
En el invierno de 1910, hallándose la pareja con los niños en una lujosa villa de Florencia, el príncipe Bariatinsky sufrió un repentino ataque cerebral, una apoplejía, de la que pareció recuperarse; pero al cabo de unos meses, cuando una tarde se encontraba jugando al bridge con algunos de sus amigos, cayó desvanecido al suelo. Era una meningitis que le llevó a la muerte sin haber recuperado la conciencia. Los herederos de su fortuna eran sus hijos menores, de los que Ekaterina actuaría como una guardiana legal.
Ekaterina, con los niños, se encontraba en Baviera cuando estalló la Gran Guerra y se embarcó en una auténtica peripecia para llegar desde allí a la grandiosa finca Baryatinsky en Ivanovsky, en Crimea, lugar que le sentaba de maravilla porque era asmática lo mismo que lo había sido su padre el zar Alejandro II. En su nueva residencia, conoció al príncipe Sergey Platonovich Obolensky, doce años menor que ella, oficial del ejército, con el que se casó en Yalta en 1916. Cuando estalló la Revolución, usando documentos falsos lograron salir del país con una ruta de Moscú a Kiev, y de Kiev a Viena, desde dónde proseguirían viaje hasta alcanzar Inglaterra.
La muerte de nuestra Katia no mejoró su situación económica, porque ya sabemos que Katia sólo dejó detrás de sí cartas, recuerdos y unas deudas astronómicas. Obolensky, que no tenía ganas de pasar penurias, abandonó a Ekaterina y se largó a Australia, dónde, tras el divorcio que tramitaron, se casaría con una Astor.
Ekaterina, la hija del zar Alejandro, teniendo que encargarse de sí misma y sus dos hijos Bariatinsky, se ganó la vida literalmente cantando un extenso repertorio de canciones en muy diversos idiomas: inglés, francés, ruso e italiano. La gente, por supuesto, pagaba por ver a una princesa rusa, hija de un zar, medio hermana de un zar, tía de los últimos zares si damos por bueno a Miguel tras la abdicación de Nicolás II...cantando para pagarse el porridge y las fish and chips. En 1932, Ekaterina, Catherine, pudo comprarse una casa, "The Haven", en la isla de Haysling, en Hampshire. Para entonces, recibía una asignación económica de la reina Mary, sí, nuestra May de Teck, que se compadecía de su situación. Por entonces, se convirtió al catolicismo desde la ortodoxia.
Un último detalle os cuento: Ekaterina/Catherine, que fue la última nieta de Nicolás I en morirse si no recuerdo mal, asistió en noviembre de 1934, a una boda real en Westminter.
Fue la boda de Marina de Grecia. La madre de Marina, Elena Vladimirovna, era una sobrina de Ekaterina/Catherine, y Marina misma, su sobrina nieta.
Y ya está.
