A todo eso, damas y caballeros, NO crean que la
gravitas y la
virtus en la defensa o salvaguarda del
HONNEUR (es decir, la
MAIESTAS en el
duel) son patrimonio exclusivo de testas coronadas o su descendencia.
Para nada.
Más que nada, claro está, porque ¡decir que se tiene una corona lo puede hacer CUALQUIERA!; y porque, primero es la SANGRE y luego el legado de la Historia.
Y, de la misma manera que, v.g., en tierras guipuzcoanas NO nace
nadie de raza guipuzcoana que no sea YA un CABALLERO
sin tener que haber sido armado tal y todo miembro de la
sangre azul nace siendo
sangre azul, ¡ah!, allá en las
Ἰόνιοι Νῆσοι -en griego
moderno, Ιόνια νησιά- sólo le nacían esclavos a los esclavos; mientras que a,
sin excepción, TODOS los demás, desde el más alto al más bajo, les nacían SIEMPRE
nobles dignos de su linaje.
¿Se imaginan, pues, CUÁNTO
desprecio sentirían, TAN pagados de sí mismos, aquellos nobilísimos jónicos por quienes -herejes venecianos, franceses y británicos; por este orden, sí-, desde los
Siglos Oscuros, llegaron de fuera diciéndoles que los que venían, además de los amos
a fortiori, SÍ eran nobles y que los nativos eran CHUSMA?
¿Se imaginan?
Ai làs!; su mastodóntica INDIGNACIÓN -
a la fuerza ahorcan,
bien sûr...- hubo de, ¡y, por
sopotocientos SIGLOS!, contenerse a la par que, como es lógico y natural, se
AGRIABA al MÁXIMO.
¿Saben?; mientras soportaban el yugo extranjero y tenían que meter a sus hijas en conventos para evitarles la deshonra,
ep!, observaron
algo...
Observaron que aquella GENTUZA que exigía se la nombrase por TODOS sus nombres y títulos, ¡por favor..!, cuando se trataba de defender o salvaguardar su
HONNEUR, ¡oh!, buscaban
excusas semánticas o de estilo, o, si se revelaba inexcusable.., hacían que uno de sus escuderos de
mierda ¡se batiese por ellos!; dando éstos SIEMPRE, ¡para más
inri!, un
espectáculo BOCHORNOSO (pues, ¡por Dios bendito!,
no guardaban forma alguna y se lanzaban uno contra otro a morder, arañar, MATAR)...
Lo observaron MUY bien aquellos
ab origo nobilísimos jónicos,
vraiment.
Pronto, pues, en las más bajas tabernuchas jónicas (sólo ahí les era permitido estar a los jónicos) y por el más leve
quítame allá estas pajas,
parbleu!, los implicados, serena y firmemente, escogían padrinos y, junto con TODO el pueblo y más, se iban ceremoniosamente a la plaza.
Allí, damas y caballeros, a la indicación del escogido árbitro, cada uno iniciaba su muy aprendida
danza enarbolando su ENORME y afiladísimo
cuchillo RETANDO gallardamente al otro.
SÍ: duraba lo suficiente para que acudieran TODAS las mujeres a
VACIARSE alabando a uno u otro; y, además, TODOS los amos (que, ¡imbéciles cretinos!, SIEMPRE pensaron que era ¡una bárbara costumbre campesina!).
NO: el objetivo ¡
no era
matar! El objetivo lo tenían
claro.
Sea como sea, cuando uno lograba MARCAR la CARA de su contrincante de forma que
sangrase abundantemente y se asegurase una
cicatriz de por vida,
et voilà!, SIN necesidad alguna que NADIE les sujetase,
mes amis/es, respetuosamente paraban en el acto y el ganador ceremoniosamente ESCUPÍA en la CARA de su oponente y mojaba su pañuelo con su sangre limpiándose el cuchillo con él.
Después, damas y caballeros, se presentaba ante los amos y pedía se le impusiese la multa y el arresto correspondientes por haber derramado la sangre de un hombre honrado y de casa conocida.
¡Y; los imbéciles cretinos,
borrachos de
orejeras, se los ponían!
NO: ya
no sucede esto entre los nobilísimos jónicos.
Ya
no hay amos de fuera.
Y, cumplido el
objetivo que se pretendía, ¿a
qué seguir con la
LECCIÓN?
¿Verdad?
Siempre, en cualquier caso, a su disposición,
darlings.
Jaume de Ponts i Mateu
jaumedeponts@terra.es Lleida (Segrià)
-Catalunya/UE-
18/12/2011, 23'57 hs. p.m.
¡Oh, la HISTORIA! http://www.foro.ws/foros.php?id=30282