PARTE DOS
"Aunty" (como la Reina Missy le llamaba, así en inglés), insistió que la joven inglesa tuviera un parto natural, sin cloroformo, cúando estaba pronta a dar a luz a Elisabeta. Fue respaldada por los ginecológos rumanos, que citaron frases de la Biblia diciendo que Díos puso como castigo a las mujeres a dar a luz en dolor, por desobedecer en el Jardín de Eden. Y además, cantó Aunty, no quieres estar unida al universo en ese momento soberbio???
Por desgracia, la madre de Missy, la formidable ex-Gran Duquesa Maria Alexandrovna, no pudo estar con ella, pero no me recuerdo si fue por que la pequeña fue siete mesina, o por que Maria tuvo otro compromiso. Si la conocemos bien, solo puede ser por que la niña tuvo prisa de venir a este mundo pero la verdad es que todo el parto tuvo un aire de "segundona", con menos fanfarría mismo si hubiera sido un segundo principe. Esto fue un problema psicológicamente en el futuro, y Lisabeta llegó a decir a su madre una vez, que ella nunca la había amado tanto cúanto a los otros...
Entonces Lisabeta llegó entre gritos, transpiración, y profundo dolor de parte de madre y hosanas encantadas por el lado de la "tía-madrasta", con un padre afuera del dormitorio, lleno de temor y sin poder insistir en un ambiente menos histerico para la venida de su primera hija.
Un mal augurio para el resto de su vida, sin duda.

Los Hohenzollern-Sigmaringen tradicionalmentes son gordos. De los cinco hijos sobrevivientes de la Reina Missy y Rey Ferdinand, cuatro fueron gordos, por gran parte de sus vidas: Carol, Lisabeta, Mignon e Ileana. Solo Nicolae fue delgado su vida entera.
Aquí vemos a una linda, aunque aislada Lisabeta, ya en rumbo de ser gorda. Debe tener nueve o diez años. Notáis los zapaticos de Peter Pan.