The London Gazette, 2 de diciembre de 1952Todo noble con título que dispusiera de
cash para permitirse un nuevo manto o que conservase los lucidos en anteriores coronaciones, optó por asistir a la ceremonia con toda la pompa, es decir con los mantos o túnicas de coronación. Mientras que los nobles que no participaban del cortejo oficial pudieron optar por lucir sus mantos parlamentarios o mantos de órdenes de caballería. Aquéllos que formaron parte del cortejo debían vestir obligatoriamente el manto de coronación, un sobretodo de terciopelo carmesí, calzones de rodilla y la correspondiente corona. El manto en si era de terciopelo carmesí, forrado en el interior con satén de seda blanca, largo hasta los pies y abierto por delante, quedando atado al cuello con cintas también de seda blanca. Rodeando toda la zona del pecho hasta el centro de la espalda, llevaba incorporada una pequeña capa o capucha de armiño canadiense.

De izquierda a derecha: el Barón Stafford, el Marqués de Reading, el Duque de Norfolk, el Conde de Shrewsbury y Waterford y el Vizconde Torrington.
Esta vez, la manera de distinguir el título y rango de cada noble, no se encontraba en franjas de armiño, sino mediante manchas de piel de foca dispuestas en la misma capa de armiño. Según el número de filas horizontales que creaban dichas manchas, podíamos distinguir entre:
Barón: 2 filas.
Vizconde: 2 filas y media.
Conde: 3 filas.
Marqués: 3 filas y media.
Duque: 4 filas.
Solo los Duques Reales lucirán mantos con las capas de armiño más amplias y con seis filas de manchas.
Dos diseños presentados por Norman Hartnell: con el ribete recto o en forma de guirnalda.Las damas de la nobleza con título, en lugar de una capa abierta y suelta como la de los caballeros, llevaron túnicas o abrigos ajustados de color carmesí, conocidos como
kirtles, abiertos por la parte delantera, con mangas cortas y ribeteados en piel. El ribete podía ser recto o en forma de guirnalda. El
kirtle se abre desde la cintura ensanchándose gradualmente hasta el suelo. Las mangas debían portar dos franjas estrechas de armiño, y un ribete final recto o en forma de guirnalda.
Al igual que los hombres, también lucían una pequeña capa de armiño que descansaba en la espalda. Además de las filas de manchas, los títulos que portaban y sus rangos se distinguían en la vestimenta por el largo de la cola y el ancho del ribete. Este ribete podía ser recto o en forma de guirnalda.
Baronesa: cola de 1 yarda (0.9 m) y ribete de 2 pulgadas (5 cm).
Vizcondesa: cola de 1,15 yardas (1 m) y ribete de 2 pulgadas (5 cm).
Condesa: cola de 1,30 yardas (1,1 m) y ribete de 3 pulgadas (7,62 cm).
Marquesa: cola de 1,75 yardas (1,6 m) y ribete de 4 pulgadas (10,16 cm).
Duquesa: cola de 2 yardas (1,8 m) y ribete de 5 pulgadas (12,7 cm).
El modelo de la derecha, fue el tercer diseño y el más innovador, que presentó y confeccionó Norman Hartnell.Debajo del
kirtle debían lucir un vestido de Corte largo, sin cola, de color blanco o color crema, con encaje, bordado o brocado de acuerdo al gusto de cada dama. El brocado podía ser de oro o plata. No estaba permitido utilizar plumas, velos, ni ningún otro complemento salvo joyas alrededor del cuello o prendidas en el vestido. Al igual que en los hombres, les estaba permitido lucir túnicas, mantos y
kirtles utilizados en anteriores coronaciones.
Las coronas seguían las mismas normas que las de los pares, también adecuadas a cada título, pero de un tamaño inferior.