Marta Luisa de Noruega nos ha abierto otro melón: el de las medallas conmemorativas.
Hoy en día hay pocas monarquías que continuen creando estas sencillas condecoraciones para conmemorar eventos reales y la sueca es una de ellas. Los Bernadotte suelen crear una medalla cada vez que celebran un jubileo de su rey, cumpleaños remarcable o la boda de un heredero. Los invitados a estos eventos, son obsequiados con la medalla conmemorativa de la celebración. También suele entregarse una miniatura de la medalla para poder ser lucida cuando la etiqueta exige
white tie o frac. Pasado el evento, en adelante los príncipes suecos lucen esa medalla conmemorativa o su miniatura en los actos o eventos que admiten condecoraciones, por lo que es lucida como una condecoración más, pero siempre estará detrás de la reales órdenes y de las condecoraciones militares. Todas están dispuestas sobre el pecho izquierdo.
En el 50 cumpleaños del Rey Carlos Gustavo, como no, tuvimos algún disgusto con sus medallas conmemorativas. Ya deberíamos ir asumiendo que el mundo royal está lleno de irreverentes con las condecoraciones.
Aquí tenemos a parte de nuestra Familia Real de entonces. Observamos como las condecoraciones están perfectas, las bandas en su sitio, las placas (modalidad femenina para las infantas luciéndolas a la altura del pecho o el hombro), medalla conmemorativa, que no miniatura, para los hombres y con lazo para las mujeres. La Reina Sofía tampoco tenía un pero, pues hay otra foto en Getty en la que aparece sin el chal.

Pero, ¡oh cielos! La Infanta Cristina lleva su medalla sobre el hombro derecho, prendida en su banda, y no sobre el izquierzo. Pues así, no. Eso está mal.
No está mal prender
medallas,
lazos,
órdenes familiares,
placas o simples broches sobre las bandas, pero sí hacerlo en el lugar o disposición equivocados (arriba, abajo, derecha o izquierda). Esto último lo voy a repetir mil veces porque no era consciente de lo extendida que estaba la leyenda hasta que esta mañana he visto un articulillo viejo sobre lo que antinoo comentó ayer. Y como la letra, con sangre entra... pues eso, voy a ser pesadísima.

Otro temita, del que ya hablaremos, es el de lucir las placas como medallas (modalidad femenina heredada de los lazos para las damas) pues según su disposición, ocupando la misma zona, puden plantear alguna confusión respecto al rango que ocupa cada una porque se lucen como si fuese lo mismo. Y lo cierto es que la medalla conmemorativa tiene un rango infinitamente inferior al de la Orden de Carlos III española o a la de los Serafines sueca. Nunca puede ocupar un lugar preferente respecto a otras reales órdenes o distinciones militares. Ojo con eso. Cuando haya medallas cerca, las placas, cuanto más próximas al pecho y alejadas del hombro estén, mejor.
Como aquí la Reina Alejandra haciendo malabares con un escotado vestido. Las órdenes familiares en la zona próxima al hombro que deben ocupar y la placa no interfiriendo mucho con ellas, pero ocupando su lugar preferente. Las Windsor, con los años, han ido bajando la altura del lugar que ocupan las placas (bajo el pecho).

Y como los disgustos nunca vienen solos, aquí tenemos a la Gran Duquesa Josefina Carlota de Luxemburgo, el mismo día, en el mismo lugar, con la misma medalla, también de rosa y también tirando para la derecha. Lo que es incorrecto seas infanta, reina o gran duquesa.

Moraleja: medallas, órdenes familiares y miniaturas de órdenes, siempre a la izquierda, a la altura del hombro o el pecho. Ese es el límite.