Aquí mismo, señorita. En Germania hay un tema dedicado a Stephanie, que, por cierto, quiero reenganchar porque me parece apasionante.
Ya puesta...Clementine con su marido Victor Napoleón:
Por cierto, una cosa que no os he contado, porque no lo sabía hasta ahora, jajaja. Ya sabéis, porque eso sí lo he dicho, que la pobre Clementine se pasó años y años enamorada de Victor Napoleón sin conseguir que su padre Leopold II accediese a oír hablar de un compromiso de ambos. De hecho, la mujer tuvo que esperar a que Leopold II se pusiese a criar malvas, para obtener el necesario permiso del nuevo rey, su primo Albert I.
Pues bien...entre los príncipes con los que trató de emparejarla Leopold II, convencido de que así borraría a Víctor Napoleón de la vida de su hija menor, figuró...tachán, tachán...Carlos Tancredo de Borbón-Dos Sicilias, nuestro Nino. Clementine visitaba cada temporada la Costa Azul para ver a la reina Victoria de Inglaterra, prima hermana de su padre, que solía pasar algunas semanas cada año en Cimiez. Los Caserta, por su parte, vivían en Cannes. Así que fue fácil organizar un encuentro, en el cual los Caserta, desde luego, trataron con increíble delicadeza a Clementine porque hubiera sido un partidazo para Nino (recuérdese la inmensa fortuna acumulada por el rey Leopold II gracias al expolio del Congo...). Clementine declaró que Nino era "muy guapo", así como "un joven serio, franco y honesto". Sin embargo, la gran timidez de Nino le hacía parecer, añadió, "poco inteligente". En cualquier caso, Clementine no íba a casarse con nadie porque estaba convencida de que acabaría convirtiéndose en la esposa de Victor Napoleón (como así sucedió, años después). Pero se permitió el lujo de recomendarle a su hermana Stephanie a Nino como un posible marido para la hija que había tenido Stephanie con Rudolf, la archiduquesa Erzsi
La sugerencia de Clementine, obviamente, no prosperó.
Este tipo de historias acerca de quien pudo haberse casado con quien me encantan
