Lamballe escribió:
Y ahora me entero yo, encerrado en mis inmensidades de ignorancia, que los Bernadotte se auparon al trono a costa de dar la patadita a los ¿Holstein-Gottorp?¿sí?. Estaba convencido de que la dinastía sueca se había extinguido por completo, y ahora me entero que no, que resulta que eran unos exiliados más, escándalos includios.
Minnie, ¿y tú todas estas cosas las tienes metiditas en tu memoria? Me dejas muerto, no puedo más que unirme a la ola de Octavius con entusiasmo.
No, no todo, jajajaja. Hombre, muchas cosas sí rondan por mi memoria, porque llevo décadas apasionándome con este tema en concreto, leyendo mucho y tomando mucha nota a mano, que una es de la escuela tradicional, jajajaja. Pero también están mis cajas de galletas forradas de papel de regalo de todo a cien llenitas de fichas y fichas. Yo creo que nuestro Octavius pensaba que lo de las fichas era una metáfora o una broma, jajaja: tuve que escanear en un visto no visto una fichita toda manoseada para subir la imagen y que él tuviese la oportunidad de contemplarla. Creo que ese día se dió definitivamente a la ingesta masiva de dubonnet

El primer Bernadotte, aquel soldado francés que llevaba su tatuaje jacobita de Muerte a los Reyes, jejejeje, fue adoptado por un monarca, Karl XIII de Suecia, de la dinastía de Holstein-Gottorp. Karl XIII había sucedido en el trono a su hermano mayor, el desposeído y exiliado Gustav IV; Karl carecía de hijos propios y lo lógico hubiera sido que la corona fuese a ceñir las sienes del único hijo varón de Gustav IV y sobrino de Karl XIII, Gustav príncipe de Vasa. Pero los suecos se habían cansado de los Holstein-Gottorp. El parlamento decidió de manera entusiasta reclamar savia nueva, en la persona del mariscal Bernadotte. Karl XIII tuvo que adoptar al mariscal Bernadotte, que pasó a ser el kronprins Karl Johann. Una historia curiosa, sí; nunca he acabado de asimilarla, jajajaja, porque me resulta alucinante que los suecos prefiriesen a un caudillo militar francés de extracción burguesa antes que al joven y atractivo príncipe de Vasa, que no tenía culpa alguna si su padre no había sido un rey capaz de conservar el trono y que al menos podía aspirar a conservar la buena reputación adquirida por su tío paterno. Cosas veredes y tal, debió pensar Karl XIII mientras adoptaba a Karl Johann.