La boda fijada para el 29 de agosto, fue planificada al milímetro. Olav, a pesar de las reticencias iniciales, quería tirar la casa por la ventana y que las celebraciones fuesen grandiosas. La Corte noruega tenía en mente la boda de Margarita de Dinamarca con Enrique de Monpezat, celebrada tan solo un año antes en Copenhague. Pero, las cosas se torcieron tan solo unos días antes.
La noche del 20 de agosto, Europa se acostó con una noticia muy preocupante. Cuatro países del Pacto de Varsovia: la Unión Soviética, Polonia, Bulgaria y Hungría, invadieron Checoslovaquia. Durante horas, se esperó que las tropas del resto de países integrantes del Pacto de Varsovia hicieran lo propio. Finalmente, Alemania Oriental envió a miembros de su temida Stasi, y Ceaucescu, el dictador rumano, y Hoxha, el dictador de Albania, se negaron a participar.
Dicha invasión tenía como objetivo devolver al redil soviético a Checoslovaquia. El país acababa de vivir la histórica Primavera de Praga, desencadenada por una serie de reformas políticas y económicas impulsadas por Alexander Dubček. La deriva "liberal" de las reformas, que pretendían aflojar parte de las imposiciones soviéticas y la contemplación de dividir Checoslovaquia en dos -la República Socialista Checa y la República Socialista Eslovaca- tensaron las relaciones con el gigante soviético.

A pesar de las pretendidas reformas, Checoslovaquia seguía siendo un país herméticamente soviético, pero las noticias sobre la invasión no pudieron ser ocultadas a las democracias occidentales. El 21 de agosto se reunió el Consejo de Seguridad de la ONU y se pidieron explicaciones a la URSS. Los rusos aseguraron que en Checoslovaquia no estaba sucediendo nada. Tanto EE.UU. como Reino Unido lideraron una respuesta contra la invasión, que fue vetada por la URSS, pero lograron que Yugoslavia, Rumanía, Albania y China, condenaran el ataque.
Los más de 500.000 soldados de la Operación Danubio que atacaron Checoslovaquia y los 137 checoslovacos muertos lograron su objetivo. Dubček dimitió de su cargo, las reformas fueron detenidas y revertidas y la bota de hierro del Partido Comunista de Checoslovaquia se hizo más pesada y represiva. El autoritarismo comunista se reforzó y permitió una política de "soberanía limitada" supeditada por la Unión Soviética, que sería denunciada quemándose a lo bonzo por personalidades como Ryszard Siwiec, miembro de la resistencia polaca durante la Segunda Guerra Mundial, o por el estudiante checo Jan Palach quien siguió los pasos de Siwiec en la Plaza de Wenceslao de Praga.
La invasión también fue rechazada en las calles de las principales capitales europeas, entre ellas Oslo. Los países escandinavos, vecinos de la Unión Soviética, temían la amenaza de una nueva guerra y vivieron horas de angustia e incredulidad. Ese fue el ambiente que respiraron los invitados que, a lo largo de los días 27 y 28 de agosto, fueron llegando a Noruega. Algunos lo hicieron en avión, aterrizando en el aeropuerto de Oslo-Fornebu, donde les esperaban Harald y Sonja, y otros lo hicieron en yate, como los daneses, que arribaron a Oslo por el Mar del Norte, atravesando el estrecho de Skagerrak.
Pero, mientras la realeza invitada ultimaba los preparativos de camino a Noruega, una noticia sacudió a las Casas Reales europeas. La Princesa Marina, Duquesa de Kent, falleció a causa de un tumor cerebral la mañana del 27 de agosto. Tenía 61 años y una de sus últimas apariciones públicas se había producido un mes y medio antes, en el Torneo de Wimbledon, en la final que enfrentó a Rod Laver y Tony Roche.
Las Princesas Fabergé: Marina, Isabel y OlgaMarina era uno los miembros de la realeza con mejores conexiones familiares. Nacida Princesa de Grecia y Dinamarca, era hija del Príncipe Nicolás de Grecia y de la Gran Duquesa Elena Vladimirovna de Rusia. Junto a sus dos hermanas mayores, Olga e Isabel, formaron el trío de Princesas Fabergé. No tenían ni un dracma en los bolsillos, pero gozaban de un árbol genealógico impagable, clase y muchísimo estilo. En la época, fueron las preferidas para casarse con los principales herederos europeos, incluido el Príncipe de Gales. De hecho, Olga, estuvo brevemente prometida con Federico de Dinamarca en 1922, pero fue Marina la que terminaría recalando en la Corte de todas las Cortes al desposar a Jorge, Duque de Kent, hijo de Jorge V y María del Reino Unido.
Alexander Historical AuctionsOlav y Marina tenían una relación familiar muy cercana. Olav visitaba con mucha frecuencia la tierra natal de su madre, la Reina Maud y a sus parientes Windsor, incluida la Reina Madre, con quien mantuvo una estrecha amistad. Cada vez que Olav y Marina aparecían juntos compartiendo algún acto, la prensa oía campanas de boda entre ellos. Ambos enviudaron jóvenes, pero jamás volvieron a casarse. Dada la situación general y los múltiples lazos familiares de los asistentes con Marina, las celebraciones en torno a la boda de Harald y Sonja se vieron afectadas.