Vale...ya tengo más datos, jajaja. Quien busca, encuentra. Tarde o temprano

A veces, incluso más temprano que tarde
Hacia el año 1825, la joven aristócrata Julia von Nordenflycht recibió una invitación -¡qué finos eran entonces haciendo las cosas...!- procedente del gran ducado de Oldenburg. Se la invitaba a que se hiciese cargo de la educación de dos niñas, Amalia y Friederike, hijas del príncipe Paul Friedrich August, nietas de Peter I de Oldenburg. Amalia y Friederike no tenían ya madre, pero su padre estaba a punto de casarse o quizá recien casado con la tía Ida. En ese sentido, la llegada prácticamente simultánea de Ida, que aparte de tía íba a ejercer de mamá, y de Julia von Nordenflycht tuvo que cambiar por completo el panorama de las pequeñas princesas...Amalia, de siete años, y Friederike, de cinco años. Julia von Nordenflycht, oriunda de Minden, poseía una esmerada educación; conocía lenguas clásicas, mientras que, con respecto a las
modernas, hablaba un muy fluído francés e inglés, siendo capaz de leer, sino de hablar, tanto español como italiano. También era una mujer con una profunda inclinación hacia las artes, en especial la música.
En Oldenburg, Julia sintió una gran añoranza de su casa y sus familiares, pero enseguida se hizo querer. Pronto establó amistad con la principal dama de honor de Ida, Frau von Scheele. Sus pupilas Amalia y Friederike la adoraban, claro. Durante los años siguientes, Julia sería un constante punto de referencia emocional e intelectual para las princesas Oldenburg. Eso se mantuvo inalterable incluso cuando Paul Friedrich August, ya gran duque, contrajo terceras nupcias con la talentosa Cecilia de Suecia.
Cuando Amalia se casó en 1836 con Otto de Baviera, rey de Grecia, Julia recibió muchas distinciones. La madre de Otto y flamante suegra de Amalia, la reina Therese de Baviera, le otorgó una orden, la orden de Therese, que ella misma había creado. Por otro lado, el rey Ludwig I decidió que Julia acompañase a Atenas a su ex pupila Amalia, lo que complació enormemente a ésta. Julia ya tenía cierta edad...había nacido en abril de 1784, lo que implica que en 1836 superaba el medio siglo de vida. El viaje a Atenas le resultó muy penoso y se quedó dolorosamente impresionada cuando descubrió lo atrasada que estaba la capital helénica. Pero sobrellevó con dignidad esos quebrantos, porque adoraba a Amalia. Para apoyar a Amalia, ella también empezó a estudiar griego
moderno, pese a que le resultaba un esfuerzo adicional porque decía que su memoria no era lo que había sido. Julia pudo realizar al menos un viaje a Alemania, para reencontrarse con los suyos, pero volvió a Atenas porque no quería que Amalia se sintiese sola. La dama de honor, ex gobernanta, contrajo un constipado a principios del verano de 1842 al que no se prestó la debida atención; fue a más, se complicó de lo lindo y le causó la muerte en el mes de julio. Amalia de Grecia y su hermana Friederike de Oldenburg se quedaron tremendamente impresionadas a cuenta de la rápida desaparición de su querida Julia von Nordenflycht.
Algo es algo...¡¡hemos descubierto a la gobernanta Julia!!
