Clara escribió:
O sea, entre lo que has averiguado y lo que recoge la noticia de Bloomberg:
1- Federico ha tenido que renunciar a alquilar la casa de Verbier tras hacerse pública la noticia de que tenía una propiedad en los Alpes suizos. Éste punto era desconocido hasta el momento. Palacio confirma que efectivamente la propiedad fue adquirida por el Príncipe.
2- Miembros del parlamento se cuestionan la constitucionalidad de las transacciones y del fruto obtenido por la casa, dado que los miembros de la Familia Real solo pueden gastar o invertir su asignación pública en el extranjero bajo aprobación de la Cámara.
3- Una de las diputadas del bloque gubernamental tiene intención de dilucidar, a nivel parlamentario, cuántas propiedades posee la familia. Critica a su vez que la familia del Príncipe Heredero disfrute de un trato especial en sus finanzas entendiendo que son poco transparentes.
En resumen, ¿las luces dónde las han dejado? Nunca informaron sobre esa propiedad, debían haberlo hecho en su momento, ahora se van a Suiza, a llevar a los niños a la escuela y encima sueltan lo de la casa...
Otros que...tela. Me compro un chaletazo monísimo en Verbier, sitio dónde el metro cuadrado está literalmente por las nubes, gastándome así como asi diez millones de coronas danesas, y olvido comentarlo al Parlamento de mi país cuando existe la obligación de hacerlo. Durante años y años, "alquilo" ese chaletazo los meses en que no lo utilizo, a cuatro mil o diez mil euros/semana según temporada, y saco una rentabilidad "x" que tampoco comento, porque como no he comentado que tengo un chalet en Verbier, no puedo comentar que alquilo mi chalet de Verbier. El asunto salta a la luz y reconozco a toda prisa que compré y alquilé mi chalet de Verbier, mientras mi hermano y su esposa, por aquello de cuando las barbas de tu vecino etc etc, admiten en simultáneo que también compraron una propiedad vacacional en Francia.
Vistos los "relajados estándares" que van manifestando en distintos países, empiezo a pensar que les sostenemos porque somos unos santos.