Sí, eso es lo más impactante...
Recuperando directamente del tema de Alix y Minnie en Hola, para no volver a contar la misma historia:
En ese mismo mes de diciembre de 1916, según el testimonio de su secretario y amigo Aron Simanovitch, Rasputín escribió una carta para el zar Nicolás. La carta aparece reflejada en practicamente todos los libros acerca de los Romanov, así que muchos quizá la conozcáis perfectamente. Pero, para quienes no tengan idea de este hecho, la reproduzco tal y como aparece en una de las obras de Greg King:
"El Espíritu de Grigori Efimovich Rasputín, de la aldea de Pokrovskoie... Escribo y dejo esta carta en San Petersburgo. Siento que abandonaré la vida antes del 1º de enero. Deseo informar al pueblo ruso, a Papá [el zar], a la Madre Rusa [la zarina], y a los Niños, a la tierra rusa, lo que deben entender. Si me matan asesinos comúnes, y sobre todo mis hermanos los campesinos rusos, tú, zar de Rusia, nada tienes que temer; conserva tu trono y gobiera; y tú, zar de Rusia, nada tienes que temer por tus hijos, reinarán durante centenares de años en Rusia. Pero si me asesinan los boyardos, los nobles, y si derraman mi sangre, sus manos permanecerán manchadas con mi sangre, durante veinticinco años no podrán lavarselas manos teñidas con mi sangre. Saldrán de Rusia. Los hermanos matarán a los hermanos, y unos se matarán con otros durante veinticinco años, y no habrá nobles en el país. Zar de la tierra rusa, si oyes el sonido de la campana que te dice que Grigori ha sido asesinado, debes saber lo siguiente: si fueron tus parientes los que provocaron mi muerte, ningún miembro de tu familia, es decir ninguno de tus hijos o parientes, conservará la vida más de dos años. Serán asesinados por el pueblo ruso...Yo seré asesinado, ya no estoy entre los vivos. Reza, reza, muéstrate fuerte, piensa en tu bendita familia. Grigori".
Parece más que evidente que Rasputín temía una muerte violenta que le sobrevendría justo en ese mes de diciembre. También parece más que evidente que consideraba muy probable -de hecho, lo más probable...- que sus asesinos perteneciesen a la nobleza o, incluso, que formasen parte del extenso círculo de los Romanov. En ese contexto, llama la atención que aceptase tranquilamente la invitación formulada por Yussupov, empleando como cebo a Irina. Un hombre capaz de percibir todo esto con claridad meridiana...¿cómo no albergó ninguna duda a propósito de la sorprendente invitación al Palacio Moika?.
A esto hay que añadirle otras incongruencias. Vuelvo a copiar del mismo lugar sin preocuparme nada por los derechos de autor, jajajaja:
Para ser sincera, siempre me ha impresionado esa actitud crédula de Rasputín hacia la famosa invitación a cenar en el Moika que le había formulado Félix. Era, cuando menos algo, extraño. En la tarde del veintinueve, Anya Vyrubova visitó a Rasputín para hacerle entrega de un icono en nombre de la zarina Alexandra. Rasputín, con absoluta inocencia, le comentó a Anya que "a medianoche" cenaría en el palacio de los Yussupov, de manera que -¡por fín!- conocería a la princesa Irina. A Anya, que por otro lado tenía fama de mujer muy simple, le chocó muchísimo esa historia. De hecho, esa noche no dejó de comentárselo a Alexandra. La zarina replicó: "Pero seguramente es un error, pues Irina está en Crimea...Tiene que tratarse de un error". Ella también se quedó "con la mosca detrás de la oreja".
El hecho de que Félix hubiese usado como señuelo a Irina, de por sí, ya parece una chapuza. En el entorno de los Romanov, se sabía que Irina permanecía en Crimea y que no tenía planeado regresar a San Petersburgo para el día 29 de diciembre. Si hubiese mencionado el asunto en presencia de Alexandra, ella le hubiera comentado que "seguramente se equivocaba porque la princesa no estaría de vuelta tan pronto". Y Rasputín hubiese sumado dos y dos, sin lugar a dudas.
Otros aspectos interesantes que resaltaba en su momento:
Toda la parte de la historia relacionada con el envenenamiento se ha puesto en tela de juicio. En el cadáver de Rasputín no se encontraron trazas de veneno alguno, aunque sí un fuerte rastro de alcohol. Se ha barajado la idea de que el envenenamiento había constituído el plan inicial, razón por la cual Félix habría obtenido, quizá a través de Vasily Maklakov, un personaje implicado en el asunto pero cuyo grado de implicación no aparece claro, el cianuro potásico, tal vez en forma de grano o en cristales. Lazovert, protegiéndose las manos con unos guantes, habría molido el veneno, reduciéndolo a un fino polvo, para luego rociar los pasteles y la bebida. Hay quienes piensan que, en ese momento crucial, a Lazovert le pudo la tensión, le fallaron los nervios y no llegó a cumplir la parte de echar el veneno a la comida o al vino. Por otro lado, se ha comprobado que Rasputín había sufrido otro intento de asesinato unos años atrás -en 1914-. Desde entonces, según su hija María, no probaba los pasteles de ninguna clase ni los vinos dulces, tipo Madeira. Por tanto, aunque Félix le hubiese tentado con esa clase de productos, probablemente Rasputín hubiese solicitado otro tipo de viandas así como cualquier otra bebida.
Tampoco está clara la parte en la que Félix dispara a Rasputín con el revólver Browning de Dimitri. Existe la posibilidad de que ese primer disparo lo realizase Dimitri, no Félix.
Otro aspecto que no cuadra: los daños inferidos al "cadáver" durante las horas que pasa tendido en el vestíbulo del palacio Moika. Félix habla de golpes con un garrote en la cara y el cuerpo...pero hubo algo más: se mutilaron los genitales de Rasputín. La mutilación genital no encaja en el marco general de un crimen político, un acto patriótico supremo, destinado a salvar a los Romanov y a Rusia de aquel peligroso "mujik". Cierto que, para entonces, Félix estaba, por decirlo en pocas palabras, "fuera de control". Mientras Purishkevich, tras los cuatro disparos de los que dos habían dado en el blanco, explicaba la razón del alboroto a los soldados que se adentraban en el patio en el que se hallaba abatido Rasputí, Félix estaba dentro del palacio. Cuando Puriskhevich, tras lograr que los soldados le ayudasen a mover el cadáver del patio al vestíbulo, fue a buscar a Félix, lo encontró en su vestidor, pálido, desmadejado, vomitando hasta la primera papilla de su vida en una palangana, mientras repetía constantemente su propio nombre. Alguien tan alterado puede haberse liado a cachiporrazos con el muerto...pero sorprende que se le ocurriese completar el acto con una mutilación genital, de no existir un deseo específico de tomarse una revancha de claras connotaciones sexuales.
Maria Helena...lamento este "ladrillazo" que he copiado/pegado, pero así me ahorro el trabajo de volver a explicar las que yo considero contradicciones más notables en la historia del asesinato de Rasputín...
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