Bueno, os cuento el resultado de mis pesquisas.
El palacio y todo el entorno (unas 15 hectáreas) son propiedad privada de un grupo familiar que tiene como objetivo la creación de un negocio hostelero con todo el conjunto. La asociación hace labores de concienciación y asesoramiento, no toma decisiones ni medidas sobre el sitio.
Esta familia llegó al acuerdo de compra pensando en reconstruir una zona industrial que tiene el conjunto para transformarla en salones de eventos. A partir de este punto daría comienzo la rehabilitación de los jardines y, poco a poco, la del palacio. En total unos 12 años de proyecto. Hay que tener en cuenta que es una empresa familiar
modesta, no se trata de una mega empresa hotelera ni nada parecido.
Y aquí viene lo malo. Cuando ya estaba todo arreglado, cuando ya estaban a punto de comenzar las obras, parece que hay un problema porque no se trata de suelo urbano sino rústico protegido. No se puede mover ni un ladrillo, no se puede
modificar nada y todo se paraliza.
Y así llevan desde entonces. El trato era que si les dejaban acondicionar las naves para locales ellos comenzaban las obras en el palacio, pero si no hay naves no hay palacio. No tienen ni dinero ni interés en ello. El caso es que para que se pueda llevar a cabo el proyecto empresarial es necesario una recalificación de terrenos que no acaba de llegar.
Por si esto fuera poco el conjunto fue declarado Bien de Interés Cultural por el PP, con lo que el anterior gobierno autonómico socialista pasó del tema, mientras que ahora se da el curioso caso de que el autonómico es del PP pero el local es del
PSOE. Unos por otros la casa sin barrer.
Ni telarañas se han quitado. Pero yo me he venido con esas nuevas y con un par de historias más que curiosas.
La primera es que lo de la fuente no queda claro si estaba allí o en otra propiedad que los Gosálvez tenían. Pero existir existió y desapareció no se sabe cómo.
Pero luego la más curiosa de todas. Al parecer esta familia tuvo una relación más que cercana con los últimos Romanov, hasta el punto que se comenta en el pueblo (según me han dicho en la asociación) que uno de ellos vivió con los Gosálvez a la salida de Rusia y que
ESTÁ ENTERRADO EN EL PUEBLO Me dieron ganas de decirle a mi amable interlocutor:
- "Y te habrás quedado a gusto al decirme eso ¿no?¿Y ahora qué?¿Me planto en Casas de Benítez a ver la tumba del gachó?"
Al parecer los Gosálvez resultaron ser una endógamica familia que se casó entre ellos dando como resultado que de los ocho vástagos casados ninguno tuvo descendencia. Los últimos pasaron sus dían en la más absoluta de las necesidades malvendiendo los que quedó de glorias pasadas.
Una buena conversación para animar mi mañana.