legris escribió:
La catadura del personaje se ve cuando , reunidos los principes de la casa de Valois para tratar el tema del asesinato de Luis de Orleans, Juan se presenta ante ellos y reconoce que ordenó el asesinato.Los demás se quedan con la boca abierta por el descaro y Juan se marcha tranquilamente.

Gran escena, sí.
Pero encontró la horma de su zapato, por así decirlo, en el delfín Charles, el hijo varón heredero de Charles VI y de su reina Isabeau. Bueno...las malas lenguas, que a menudo se soltaban a paseo para servir intereses BORGOÑONES, ejem ejem, insistían en que Charles VI sólo era padre putativo de Charles, porque el padre biológico, afirmaban, había sido Louis duque de Orléans. La referencia al particularmente escandaloso adulterio de Isabeau con su cuñado Louis y esa forma de poner énfasis en la presunta ilegitimidad de un delfín que no debiera llevar el título que llevaba solían convenirle a los borgoñones.
Después de Agincourt/Azincourt, los ingleses adquirieron una gran presencia en Francia. Ya no sólo controlaban sus posesiones iniciales...Calais y una amplia área que circundaba la ciudad de Bordeaux, en el sudoeste del país. Tras su triunfo en Agincourt/Azincourt, habían llegado a ejercer un control absoluto en Normandía y el duque de Bretaña, el quinto Juan que ostentaba ese título, parecía estar a partir un piñón con el rey Henry V de Inglaterra. La situación pintaba cada vez peor para la Francia que encarnaba, en especial, el delfín Charles. Las cosas, obviamente, se pusieron de un negro tenebroso tras la toma de la ciudad de Rouen después de un prolongado asedio inglés, en enero de 1419. Henry V estaba en condiciones de usar Rouen de base para seguir avanzando con sus hombres hacia Pontoise y de Pontoise a París quedaría...un paseillo.
El duque de Borgoña, nuestro inefable Jean Sans Peur, había tratado desaforadamente de darse a valer ante Henry V de Inglaterra. Esto es lo que debemos tratar ahora, porque sirve de preludio a los sucesos del puente de Montereau, claro, jajaja. Permite situar los personajes en la escena y quedarnos con una idea clara de cómo acabó cerrándose la trampa letal en torno a Jean Sans Peur...